Carteros rurales: 15 minutos en la sede y muchos kilómetros de oficina móvil

En Aragón hay 280 trabajadores postales en los pueblos con oficinas 'al paso' itinerantes. Solo en algunos pueden disponer de locales para la organización de su trabajo y la atención al público. 

Cartel colgado en la puerta de la oficina utilizada por el cartero de Broto.
Cartel colgado en la puerta de la oficina postal de Broto.
Heraldo

En Broto, ha llamado la atención de los usuarios el cartel colgado en la puerta de la oficina de Correos. No es una sede como tal sino un local cedido por el Ayuntamiento para que el cartero pueda dar atención al público, aunque sea unos minutos. Lo de minutos es literal, porque según reza el pasquín el horario va de 10.00 a 10.15. 

Junto a este, otro papel pegado con celo en la puerta advierte de que el tráfico es intenso en los meses de julio y agosto en el turístico valle pirenaico, lo que puede implicar una demora en la apertura, que el empleado compensa quedándose hasta más tarde. 

Los carteles simbolizan la realidad de los carteros rurales y los recorte que han sufrido en los pueblos este y otros servicios, como las oficinas bancarias. Hace ya varios años que Correos redujo la prestación en Broto, asegura la alcaldesa, Carmen Muro. Entonces protestó el Ayuntamiento, "pero es lo que hay", dice. 

Gracias a la cesión de un local en el edificio municipal, el trabajador postal puede atender presencialmente a los usuarios en una oficina durante un rato, algo que no sucede en todos los sitios, "y además si tiene que quedarse más tiempo, se queda", señala Carmen Muro, quien precisa que el problema del tráfico en el valle no es baladí en los meses de verano debido a la afluencia turística. "Normalmente cuesta media hora llegar a Boltaña, pero en verano pueden ser 50 minutos".

El cartero de Broto atiende a una población aproximada de 600 habitantes, que se duplica en temporada estival. Da servicio al valle de Broto, incluyendo Broto, Asín de Broto, Bergua, Buesa, Oto y Sarvisé, y al valle de Vio, con más núcleos y muy diseminados. Si estuviera más tiempo en la oficina, no podría llegar a todos estos sitios. 

Según Correos, aunque la atención en el local sea solo de 15 minutos, desde hace dos años los empleados de las zonas rurales cuentan con una computadora de bolsillo que sirve de oficina móvil. No es necesario el desplazamiento del cliente, ya que con el aparato se puede desde pagar un recibo a comprar un sello, o tramitar un voto por Correo. Una gestión esta que desde hace unas semanas ha disparado el trabajo, al coincidir el periodo electoral con las vacaciones de verano. 

En Aragón hay 280 carteros rurales: 130 en Zaragoza, 90 en Huesca y 60 en Teruel. Todos tienen lo que denominan la oficina "al paso", y en algunos pueblos cuentan además con locales para la organización de su trabajo y atención al público, precisa Correos. 

La empresa postal ha dotado a su plantilla de carteros rurales de nuevos dispositivos electrónicos portátiles (PDAs) para acercar los servicios a la ciudadanía, "independientemente de donde vivan", precisa. Desde su PDA (asistente personal digital) puede enviar y devolver paquetería, pagar recibos y tributos, adquirir embalajes, sobres y sellos, gestionar servicios de luz, gas, telefonía y seguros o solicitar el envío de dinero en efectivo. Y estos días, sobre todo, tramitar el voto por correo.

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