Jánovas se vuelve a quedar sin luz al cortar Endesa el suministro
El pueblo tenía una instalación provisional de obra mientras se urbanizaban las calles y se rehabilitaban las casas, a la espera de tender el cableado por el pueblo.
Han pasado justo 15 años desde que el 7 de julio de 2008 el entonces Ministerio de Medio Ambiente comunicó el inicio del proceso de reversión de Jánovas. Los bienes expropiados podrían volver a los antiguos vecinos una vez descartada la obra del embalse por su impacto ambiental negativo. En este tiempo se han empezado a reconstruir algunas viviendas, pero los servicios de agua o luz están por completar. La administración central prometió una inversión millonaria, que aún no ha llegado, para tender las redes de suministro, urbanizar las calles y construir depuradoras y redes de saneamiento.
Prueba de esta precariedad es que Jánovas se ha quedado sin luz, después de que las calles se volvieran a iluminar en marzo de 2019 (habían pasado 35 años desde el desalojo) gracias a una subvención del Gobierno de Aragón.
Endesa cortó el suministro el pasado 14 de junio argumentando que seguían funcionando con una instalación provisional de obra cuya autorización no se había renovado. Según ha explicado Óscar Espinosa, portavoz de la Fundación San Miguel de Jánovas, "estábamos trabajando y de repente nos quedamos sin luz". Dice que un técnico de la compañía ya había estado allí dos veces para proceder al apagón pero finalmente lo convencieron de que no lo hiciera.
El suministro de obra servía para la realización de los trabajos de construcción y su renovación depende del Ayuntamiento de Fiscal, ha señalado Espinosa. También da servicio a las calles y a la antigua escuela, convertida en un centro social.
"Este año, con la subvención del Gobierno de Aragón queríamos hacer ya un contrato definitivo para que las casas puedan conectarse a la red y quitar la luz de obra", ha explicado el portavoz de la fundación.
De momento cuentan con un grupo electrógeno que les cuesta 70 euros diarios en gasolina. "Es un problema para nosotros porque tenemos que volver a empezar desde el minuto cero, con lo que nos costó que llegara la luz", ha afirmado Espinosa. La inversión ascendió a 100.000 euros, subvencionados por la DGA, y 6.000 euros más para el enganche a la red de baja tensión, "que ahora dicen que no vale".
Por su parte, Endesa ha explicado que la Fundación Jánovas y la compañía acordaron en 2018 que la primera haría un centro de transformación y la red de media tensión, así como el tendido por dentro del pueblo. Acometió las dos primeras y las cedió a Endesa, pero no desarrolló la red de baja tensión.
En marzo del 2019 solicitaron una instalación provisional de obras, que sirve exclusivamente para alimentar edificios en obras o en restauración, con una capacidad de 11,9 kilovatios. En todos estos años se les ha ido recordando, aseguran fuentes de Endesa, que seguía sin desarrollarse la red de baja tensión.
Esta fue la causa de que el pasado 14 de junio, Endesa Distribución cortara el suministro, ya que había finalizado el contrato con la compañía comercializadora.
En los últimos días, la empresa ha estado en contacto con la Fundación y con el Ayuntamiento de Fiscal, al que pertenece Jánovas. Han vuelto a pedir una instalación provisional de obra con la misma capacidad pero Endesa les ha solicitado que corrijan algunos defectos, "no graves", para poder autorizarles. Después podrán contratar de nuevo con una comercializadora y automáticamente se les hará otra conexión provisional, que como ha recordado la empresa, solo sirve para trabajos de construcción o rehabilitación.
Endesa ha indicado que existe una especial sensibilidad con el colectivo habida cuenta de que fue esta empresa la que realizó la reversión de las tierras.
