Las navatas llegarán este año a Aínsa en camión por culpa de la sequía
El bajo caudal del río Cinca impedirá realizar el descenso por primera vez en 40 años, salvo el paréntesis de la pandemia, pero se mantienen el resto de actos festivos de este fin de semana.
Las previsiones más pesimistas se han acabado cumpliendo y las navatas no podrán bajar este año por el río Cinca por culpa de la pertinaz sequía. Es la primera vez que la Asociación de Navateros del Sobrarbe se ve obligada a suspender el descenso desde que se recuperó hace 40 años, salvo el paréntesis que supuso la pandemia. Con todo, ha decidido mantener el resto de actividades lúdicas para que este fin de semana vuelva a ser una gran fiesta, aunque sea algo descafeinada, en torno a esta antigua tradición del transporte fluvial de la madera.
Así lo han confirmado este jueves, con tristeza, los navateros Mario Pallaruelo, Luis Cánovas y Óscar Encuentra, el cual es también concejal de Laspuña y consejero de Turismo de la Comarca de Sobrarbe. En la rueda de prensa también ha participado Maribel de Pablo, diputada de Cultura de la Diputación Provincial.
Y es que actualmente solo bajan 5 metros cúbicos por el río cuando en estas fechas suele llegarse a 25 o 30. "No hay agua suficiente sobre todo por la falta de precipitaciones de nieve de este invierno ya que las reservas se han agotado bastante y este año no hay mayenco por el deshielo", han lamentado. Por ello, vecinos y visitantes tendrán que conformarse con ver bajar el domingo a la navata en camión desde Laspuña hasta el castillo de Aínsa para sustituir la embarcación que se expone allí ahora y que está ya muy deteriorada.
No obstante, el mismo domingo, los navateros mantendrán los actos previos tradicionales al descenso (ofrenda floral a las 8.00, misa a las 9.00 y almuerzo popular a las 9.30) y estarán en la playa de Laspuña a las 11.00 a disposición de todas las personas que se quieran acercar para ver la navata que han construido este año y explicarles el método de elaboración y todo tipo de historias y anécdotas de este viejo oficio. "Es una oportunidad única para aprender mucho porque normalmente estamos inmersos en el descenso y no podemos tener contacto directo con el público", han destacado ilusionados.
El programa de actos arrancará ya este viernes a las 19.00 con el tradicional cambio del berdugo en Puyarruego, donde homenajearán a uno de sus vecinos por su vinculación con las navatas. Y posteriormente tendrá lugar la primera edición del Festival musical nabatero con la actuación del músico local Miguel Lardiés en acústico.
Al día siguiente, sábado, se realizará el tradicional aguado de la navata en el Cinca, junto al puente de Laspuña, a las 9.00. Además, se ha programado a las 11.00 un descenso popular de kayak que también dependerá del caudal del río. Y ya por la tarde habrá una visita guiada al ecomuseo Luis Pallaruelo (bajo reserva en el teléfono 669235735) y por la noche la tradicional cena navatera y verbena.
La asociación celebrará la declaración en 2022 de las navatas como Patrimonio Cultural Inmaterial por parte de la Unesco y está empezando a preparar un encuentro internacional en 2025 que podría traer hasta Sobrarbe a medio centenar de navateros de distintos países.
Tras lo ocurrido este año, se podrían replantear adelantar la fecha de este descenso, que siempre se celebra el último domingo de mayo, para garantizar un mayor caudal de agua. "Hay que adaptarse a los nuevos tiempos", admiten.
Esta primavera sí se han podido celebrar otros dos descensos de navatas en la provincia, aunque la sequía también se ha dejado notar. El 23 de abril bajaron por el Gállego en un descenso muy complicado y el 7 de mayo lo hicieron por el Aragón, donde las embarcaciones encallaron por el escaso caudal, endureciendo mucho la bajada.
