Lavanda y tomillo para mitigar los efectos de las placas solares y permitir el pastoreo
Investigadores de la Universidad de Zaragoza y la empresa Galp desarrollan un programa piloto en dos hectáreas de Escatrón para el cultivo de 6.700 plantas aromáticas y medicinales. El objetivo es facilitar la convivencia de las renovables con la ganadería y la agricultura.
Investigadores del campus universitario de Huesca están trabajando en un proyecto para la renaturalización de los parques fotovoltaicos, facilitando de esta manera la convivencia de las placas solares con la ganadería extensiva y la agricultura mediante el cultivo de plantas aromáticas.
La iniciativa la llevan a cabo la compañía multienergética Galp y la Universidad de Zaragoza, que han firmado un acuerdo de colaboración para el desarrollo de un programa piloto de renaturalización de las plantas fotovoltaicas. Las instalaciones de Galp en el municipio de Escatrón acogen esta iniciativa en la que trabajan investigadores de las áreas de Ecología y de Producción Vegetal del campus oscense. El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) y la Fundación Internacional para la Restauración de Ecosistemas (FIRE) también participan en el proyecto.
El objetivo fundamental del programa es diseñar una metodología integrada de mejora ambiental y puesta en valor del entorno de las plantas fotovoltaicas ubicadas en Escatrón y extender su aplicación al resto de plantas fotovoltaicas que Galp tiene repartidas en las comunidades autónomas de Aragón y Castilla-La Mancha, explican desde la empresa energética.
Para ello, en una primera fase, se está llevando a cabo un estudio cartográfico y de las condiciones climáticas y edáficas (del suelo), así como un inventario del uso actual por fauna y flora, junto a un proyecto piloto de cultivo de plantas aromáticas.
En concreto, esta parte del programa se desarrolla en una zona representativa de dos hectáreas del clúster de Escatrón y está enfocado en el cultivo de 6.700 plantas aromáticas y medicinales (lavanda y tomillo entre ellas) destinado a uso alimentario y cosmético.
Paralelamente se está diseñando un proyecto piloto de renaturalización y un plan de pastoreo, para la mejora del entorno y la reconstrucción de ecosistemas, buscando posibilitar una ganadería extensiva en el interior de la planta. Estas actividades, consideran los investigadores pueden facilitar la protección y conservación de la biodiversidad.
“Desde la Universidad de Zaragoza nos planteamos este proyecto como una oportunidad para entender los impactos ambientales de las plantas fotovoltaicas y proponer medidas para su mitigación”, explica Jaume Tormo, investigador de la Escuela Politécnica Superior del Campus de Huesca.
“Este acuerdo nos permite alcanzar uno de nuestros objetivos primordiales, la renaturalización de nuestras plantas fotovoltaicas para el correcto desarrollo de energías alternativas en convivencia con actividades propias de la naturaleza como la agricultura, la ganadería o la protección de la biodiversidad”, señala Carlos Relancio, director de Energías Renovables en Galp.
Asegurar una plena integración en el entorno a través del uso compartido del suelo con la comunidad, que permita generar energía limpia a la vez que se ayuda a mantener la riqueza ambiental de la región es el objetivo que se plantea esta empresa.
Por parte del campus oscense de Unizar participan en esta iniciativa los investigadores del área de Ecología Jaume Tormo y José Manuel Nicolau, que vienen trabajando desde hace años en iniciativas de restauración ecológica de espacios afectados por actividades humanas o por incendios, y Esperanza Iranzo, que se ha incorporado para impulsar esta iniciativa; así como Ramón Reiné, científico del área de Producción Vegetal, especialista en pastos y en actividad agrosilvopastoral, que estudiará el desarrollo de una actividad ganadera sostenible en esos espacios.
