Homenaje al militar muerto durante la búsqueda de un montañero en Bujaruelo

La UME lo celebrará el 25 de abril en el lugar donde falleció Víctor Martín Rebollo y donde hay colocado un monolito en su memoria. 

Acto de homenaje en el lugar donde perdió la vida y donde hay instalado un monolito.
Acto de homenaje en el lugar donde perdió la vida y donde hay instalado un monolito.
Heraldo

La Unidad Militar de Emergencia no faltará este año a su cita en el monolito levantado en el valle de Bujaruelo (Torla) en memoria de Víctor Martín Rebollo, fallecido en un accidente cuando participaba en la búsqueda del montañero zaragozano José María García Fernández, que se perdió en esa zona. 

El próximo martes, 25 de abril, al cumplirse siete años del fallecimiento en acto de servicio del soldado del IV Batallón, compañeros de la UME y de la Guardia Civil le rendirán un homenaje. Será un acto sencillo a su memoria "y a los que dieron su vida por España, reconociendo una vida al servicio de los demás". Su recuerdo, aseguran sus compañeros, está permanentemente presente en el espíritu de la unidad.

Víctor Martín Rebollo era de Zaragoza y tenía 32 años. El 30 de abril de 2016, mientras participaba en el dispositivo de búsqueda con la UME, la Guardia Civil y voluntarios de Protección Civil, se despeñó por un barranco cuando rapelaba, desde una altura de 40 metros. 

Ocurrió una semana después de la desaparición del excursionista, también zaragozano, de 36 años, que motivó un despliegue sin precedentes en la zona al que se sumó la UME. El cadáver de este no apareció hasta cinco meses después. Un pastor lo encontró en un barranco que había estado cubierto de nieve, fuera del perímetro de la zona principal de rastreo.

Víctor Martín Rebollo se incorporó a la búsqueda a mediados de esta semana, junto con otros miembros de la UME.
Víctor Martín Rebollo se incorporó a la búsqueda junto con otros miembros de la UME.
Rafael Gobantes/Defensa

Cada año se repite el homenaje, en el que participan familiares y compañeros. Tiene lugar en el monolito que se colocó en el lugar donde perdió la vida, junto a una senda por la que habitualmente pasan muchos excursionistas que recorren el valle de Bujaruelo. 

No ha sido el único militar muerto en acto de servicio en la provincia de Huesca en los últimos años. Desde 2016, han fallecido tres. Ese mismo año se mató Rubén Rangel Vizuete, natural de Elda (Alicante), por un desprendimiento de piedras mientras realizaba unas prácticas de escalada en Canfranc. Otros cinco compañeros, todos de la tercera compañía del batallón Pirineos del Regimiento de Cazadores de Montaña Galicia 64 de Jaca, resultaron heridos. Rangel llevaba casco, estaba en la parte de abajo de la pared, comenzando a ascender y allí le alcanzaron las rocas.

La última víctima, en octubre de 2018, fue el comandante Fernando Yarto, de 48 años, por un disparo fortuito durante un ejercicio militar nocturno con fuego real ocurrido el 9 de octubre de 2018 en el campo de tiro de las Batiellas, a 4 km de Jaca, que él mismo supervisaba. Estaba destinado en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales de Jaca (Emmoe) y llevaba ejerciendo como profesor allí desde septiembre. La herida le afectó a la arteria femoral y, a pesar de que el oficial, natural de Burgos, fue atendido sobre el terreno y luego en los hospitales de Jaca y Huesca, falleció a las pocas horas.

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