Representantes de los municipios de La Fueva y Palo, acompañados por el alcalde de Aínsa-Sobrarbe, han trasladado al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico los perjuicios que el proyecto de parques fotovoltaicos supondrían para los habitantes de esta zona, un proyecto que como ellos explican “se presenta fragmentado en tres, pero es uno único”.

El plan para instalar placas fotovoltaicas en los municipios de La Fueva y de Palo "condiciona totalmente las actividades que en la actualidad conviven allí: ganadería, agricultura y turismo, hipotecando el presente y futuro de los habitantes del territorio". Así se lo han trasladado a la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio los representantes de la zona que este jueves han viajado hasta Madrid con este fin.

La alcaldesa de Palo, Begoña Dorado; los concejales de La Fueva, José Joaquín Escartín y el alcalde pedáneo de Tierrantona, Jesús Solano; así como el representante de la Asociación Empresarial Valle de La Fueva, Carlos Espluga, acompañados por el alcalde de Aínsa, Enrique Pueyo, han explicado la postura mayoritaria del territorio contraria al proyecto que en en la actualidad está pendiente de la declaración de impacto ambiental que el Inaga tiene que formular en aquellos proyectos que por potencia de la instalación le competen.

“Los promotores venden el proyecto como si fueran tres, pero realmente es una fragmentación del proyecto”, ha explicado la alcaldesa de Palo. Han mostrado una recreación visual de cómo quedaría el territorio con las placas previstas en los proyectos así como les han hecho entrega del análisis que la Universidad de Zaragoza ha realizado sobre los cambios socioterritoriales previsibles en el Valle de La Fueva.

José Joaquín Escartín ha incidido en que se trata ya de una zona con muy baja densidad demográfico “y proyectos como este ahogan ya a los pocos habitantes que quedamos, apenas 2 habitantes por kilómetro cuadrado, abocando al territorio a la práctica despoblación”. Ponerlo en marcha supondría por una parte abandonar tierras de cultivo. Además afectaría a la ganadería y tendría un impacto visual desde prácticamente todo el valle de La Fueva, en especial desde los puntos más elevados, que en la actualidad son puntos de atracción turística por las vistas que presentan. 

“Para los pocos establecimientos turísticos que hay, este proyecto es completamente perjudicial”, tal y como ha recordado Carlos Espluga. Jesús Solano ha dicho que estas zonas del medio rural ya han padecido la llegada de grandes obras que condicionaron el desarrollo y futuro, como los embalses, “y un proyecto de estas características seria otra vez más de lo mismo”.

De igual forma está condicionando la intención de algunas personas de comprar o rehabilitar alguna vivienda en estos pequeños núcleos porque “cuando se enteran de que existe, se frenan”, ha dicho la alcaldesa de Palo.