El Ministerio multa con 600.000 euros a la DGA por dañar el río Osia con las obras de una carretera
La consejería de Vertebración recurrirá la sanción económica, aunque ya está redactando el proyecto para reparar los desperfectos, como le ordena también Transición Ecológica.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha impuesto al Gobierno de Aragón una multa de 602.782,59 euros por los graves daños ocasionados en el río Osia, en Aragüés del Puerto, a consecuencia de las obras de emergencia que encargaron en su día para reparar los desperfectos provocados por una crecida en la carretera A-2605. Además, ordena a la DGA realizar las labores de restauración y adecuación hidromorfológica de las obras en dominio público hidráulico del Osia.
Desde la Consejería de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda ya anuncian que recurrirán la sanción cuando se la notifiquen aunque mientras tanto ya están redactando un proyecto y un plan de etapas de reposición que deberá validar la Confederación Hidrográfica del Ebro antes de ponerlo en marcha.
En septiembre de 2020, el Centro Ibérico de Restauración Fluvial (CIREF), la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) y organizaciones ecologistas como Asociación Naturalista de Aragón (ANSAR), Ecofontaner@s-Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife, Amigos de la Tierra y la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, presentaron su protesta ante el Director General de Carreteras del Gobierno de Aragón y la Confederación Hidrográfica del Ebro por las graves afecciones al río Osia causadas por los trabajos realizados en la A-2605.
Fue solo unos días después de que el director general de Carreteras de la DGA, Bizén Fuster, visitara la zona para conocer el resultado de las obras de emergencia que había encargado el departamento unos meses antes para reconstruir el terraplén de apoyo de la carretera tras los daños ocasionados por las crecidas de 2019. Un proyecto en el que se invirtieron 339.097,77 euros.
La DGA dice que la CHE no contestó y que la Ley le permitía actuar
Desde la Dirección General de Carreteras defienden su actuación asegurando que en febrero de 2020 pidieron autorización a la CHE para las obras de emergencia tras un desprendimiento de la calzada que provocó el cierre de la carretera. Sin embargo, la Confederación no contestó por lo que la DGA decidió actuar amparándose en que la Ley de Aguas lo permite al ser una emergencia y contando con autorización tanto del Inaga como del Ayuntamiento. Una vez terminadas las obras, la CHE comunicó que se habían excedido en la solución, "la cual se planteó con las actuaciones necesarias para garantizar el futuro de la calzada", recalcan desde la consejería de Vertebración.
Sin embargo, expertos en restauración fluvial de estas organizaciones ecologistas aseguraron que las actuaciones habían "destruido totalmente" el cauce natural del río Osia y afectado por completo a su estructura natural en varios centenares de metros, denunciando "el desprecio por la geomorfología fluvial, la desprotección de la geodiversidad, la falta de respeto por la dinámica del río y la ausencia total de adaptación al medio natural en las soluciones adoptadas". Por todo ello, estos colectivos exigieron explicaciones y responsabilidades y criticaron también a la CHE argumentando que una obra de emergencia no le eximía de velar por que cualquier actuación que afectara potencialmente al río se ejecutara bajo un condicionado ambiental que obligara a cuidar tanto la dinámica y la geomorfología de aquél como su flora y su fauna.
Las siete organizaciones ambientales presentaron sus demandas en el registro de los siguientes organismos: Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA), CHE, Dirección Provincial de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de Huesca, Consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón y Dirección General de Carreteras del Gobierno de Aragón.
En ellas reclamaron información sobre el condicionado ambiental planteado a la empresa, así como si se realizó un seguimiento del desarrollo de la obra y los resultados del mismo; reconocer públicamente los errores cometidos "porque es fundamental la pedagogía en este tipo de acciones de impacto ambiental injustificado", afirmaron; devolver con urgencia al río el exceso de sedimentos extraídos y que se acumulaba en montones junto a la carretera; y abordar también con urgencia los estudios y proyectos previos necesarios y restaurar "con rigor científico-técnico" el cauce del río Osia.
