Ariel Munguía, formado en las escuelas de hostelería de Huesca, gana el premio a la mejor tapa de España

El joven, nacido en Honduras, llegó a la provincia altoaragonesa hace algo más de cinco años. Trabaja en el Restaurante El Puntido, de Álava, y es el campeón del Concurso Nacional de Pinchos de Valladolid 2022. 

Ariel Munguía, primero por la derecha, con el trofeo de ganador y el cheque del premio.
Ariel Munguía, primero por la derecha, con el trofeo de ganador y el cheque del premio.
Ayuntamiento Valladolid

Ha vuelto a hacerlo. Con un crujiente de carne de cerdo con mayonesa Hoisine, una salsa tradicional de Japón a base de curry rojo, uvas pasas, comino, pimienta y el orégano, y rociada con lechuga licuada, ha sorprendido al jurado del XVIII Concurso Nacional de Pinchos y Tapas Ciudad de Valladolid. Ariel Munguía, con su 'Cochino bocado',  ha ganado el primer premio  del certamen, dotado con 10.000 euros. 

La senda de este cocinero, de 23 años y natural de Honduras, empezó a trazarse en la provincia de Huesca, donde llegó hace algo más de cinco años. Empezó a despuntar en la Escuela de Hostelería de Guayente, continúo su formación en la Escuela de Hostelería de Huesca y en abril de este año 2022 obtuvo la de la beca Le Cordon Bleu, que le ha convertido en una nueva promesa de la Alta Cocina española.

Munguía está trabajando ahora en el Restaurante El Puntido (Álava), Él competía por su establecimiento y la provincia vasca, pero entre los  46 finalistas del concurso de este año había cuatro representantes de  Aragón: Iris Jordán, de Restaurante Ansils; Ramon Jesús Lapuyade, de Hostal El Portal; Toño Rodríguez, de La Era de los Nogales y Alejandro Viñal, de Nolagras. Los tres primeros son de Huesca y el cuarto, de Zaragoza

Ha sido la primera vez que Ariel Munguía ha participado en este certamen y a la hora de los agradecimientos, además de a su madre, con la que ha celebrado una vídeoconferencia allí mismo, ha tenido palabras de reconocimiento para "una persona que fue a hacer un voluntariado a Honduras" y le trajo a España "cuando no sabía lo que era una alcachofa". Fue en Benasque, en la cocina del campin, donde empezó su trayectoria. 

El cocinero no ha podido contener la emoción y ha explicado a los medios de comunicación presentes en el acto de este miércoles que lleva cinco años sin ver a su madre y que, por fin, este año podrá viajar a Honduras porque ya ha conseguido los papeles en España. 

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