Portean a un montañero exhausto y con hipotermia desde un ibón de Benasque
Los socorristas del Greim tuvieron que llevarlo a la espalda dada la debilidad física del excursionista, en medio del viento, la lluvia y la niebla.
El empeoramiento de las condiciones meteorológicas en el Pirineo puso en apuros el pasado martes a un montañero francés de 29 años, que tuvo que ser rescatado por la Guardia Civil en un ibón de Benasque con hipotermia y agotamiento físico. El salvamento se realizó en medio de un fuerte viento, con lluvia y niebla, lo que dificultó contar con el apoyo del helicóptero, obligando a los socorristas a cargar a la víctima a la espalda la mayor parte del trayecto.
La Guardia Civil recibió la llamada de socorro a las 10.45. Fue el 112 el que dio aviso al obtener una señal de emergencia de una baliza GPS. Esta se localizó en las proximidades del ibón Blanco de Literola.
La Unidad Aérea con base en Benasque trasladó a especialistas del Greim de esa localidad. Los tuvo que dejar a una cota de cerca de 2.000 metros, descendiendo en medio del viento y la lluvia. Pensando que el rescate se podría prolongar varias horas, y dadas las dificultades meteorológicas, realizó otro viaje con compones de refuerzo.
Según ha explicado la Comandancia de Huesca, al iniciar la subida hacia las coordenadas que dio la radiobaliza GPS, la lluvia, el viento y la niebla eran cada vez más constantes, dificultando el ascenso, ya que se producían riachuelos por el sendero y tenían que seguir el track para no salirse del mismo.
Tras más de una hora de ascenso, próximos al ibón, daban voces y emitían sonidos con un pito por si contestaba el montañero. Finalmente se le localizó, exhausto y con síntomas de hipotermia. Los agentes le quitaron la ropa que llevaba y le proporcionaron prendas suyas secas, además de agua y alimento. Procuraron estar el menor tiempo posible en la zona debido al mal tiempo.
Antes de emprender la vuelta, llegaron los otros dos componentes del Greim de refuerzo. Fueron de gran ayuda, según la Guardia Civil, ya que había que llevarlo en casi todo momento a la espalda a causa de la debilidad física del rescatado, que sufría hipotermia y no podía caminar por sí mismo. Tras bajar de 1.800 metros, se contactó con la Unidad Aérea de Benasque, consiguiendo los pilotos realizar un apoyo parcial para introducir a la víctima en el aparato. En la helisuperficie de Benasque fue atendido por la médico del 061.
