La Guardia Civil busca de día y de noche, por caminos y por el monte, al fugitivo de Tarbes

Alumnos y profesores del colegio donde trabajaban las víctimas del doble crimen les han rendido homenaje.

Retratos de las víctimas en el colegio de Tarbes, donde se les rindió homenaje.
Retratos de las víctimas en el colegio de Tarbes, donde se les rindió homenaje.
Sophie Loncan/La Dépêche de midi

El operativo de búsqueda del fugitivo Cédric Tauleygne, que asesinó a su mujer, profesora de un colegio de Tarbes (Francia), y a un compañero de ella, continuaba este jueves, por tercer día consecutivo, en varios núcleos rurales del municipio de Jaca. La Guardia Civil guarda un absoluto mutismo sobre el despliegue, pero la presencia de vehículos policiales en núcleos como Atarés o Bernués permite adivinar que se mantiene un amplio dispositivo.

Los agentes buscan por los caminos, pensando en que el asesino huyó al monte después de abandonar su moto en la carretera entre Jaca y Bernués. Pero el rastreo continúa también en Francia. Según el periódico La Dépêche de Midi, el teléfono móvil de Tauleygne se ha localizado tanto en Francia como en Aragón, lo que explicaría el fuerte despliegue llevado a cabo asimismo por la Gendarmería.

Los vecinos de Atarés son testigos desde el martes de la presencia de agentes armados y con perros adentrándose por caminos. También los de Bernués. El miedo persiste entre los habitantes de ambos pueblos situados en las faldas de la Peña Oroel, confirma la alcaldesa de Atarés, Ana Jarne. No son pocos los que rememoran estos días el episodio vivido en el Bajo Aragón con Igor el Ruso, que acabó costándole la vida a tres personas. El perfil de Cédric Tauleygne es otro, pero la desesperación tras cometer el doble crimen machista podría haberlo puesto en una situación límite.

La movilización es más que evidente. "Esta mañana han visto 10 coches patrulla en un desvío", indica un vecino, "y estaban inspeccionando los pajares". Pero también por la noche siguen trabajando, decía otro. "Aquí hay mucho monte y apenas existen pistas. Hay que patear mucha superficie forestal y está todo muy tupido. Es como buscar una aguja en un pajar", indica la alcaldesa pedánea de Bernués, Ana Celsa Lacosta. Si no está vivo y cumplió su amenaza de suicidarse, una intención que comunicó a los gendarmes con los que negoció inicialmente por teléfono, el cuerpo podría tardar mucho tiempo en aparecer entre tanta vegetación, señalan en el pueblo. 

La Guardia Civil guarda silencio con la prensa y también con los vecinos, que especulan con la posibilidad de que en algún momento alguna antena de telefonía haya captado por la zona de Atarés la señal del móvil del fugitivo. Sí saben, porque lo han leído en los periódicos, que es un hombre peligroso, podría ir armado y tiene preparación militar.

Mientras, en Tarbes, alumnos y profesores del colegio Desaix, donde trabajaban las víctimas, rindieron este jueves homenaje a Aurélie Pardon, de 32 años, y Gabriel Fourmigué, de 55, ambos docentes del centro asesinados el lunes en Pouyastruc, a pocos kilómetros de la ciudad, en casa de él.

En la escuela se colocaron sus retratos, junto a los que se depositaron rosas y velas. Los estudiantes recordaban el viaje que compartieron con ambos a Normandía para participar en un concurso educativo.

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