El Justicia pide al Ayuntamiento de Casbas que retire el cartel ajustado con taladro en la fuente del monasterio medieval

Admite que los vecinos deben estar informados de que el agua del cenobio (S.XII) no potable, "pero eso no quiere decir que la indicación deba hacerse colocando un cartel agua de oficina en mitad de un sillar"

El nuevo cartel que advierte de que el agua de la fuente no es potable se colocó en otoño.
El nuevo cartel que advierte de que el agua de la fuente no es potable se colocó en otoño.
Heraldo.es

El Justicia de Aragón ha solicitado al  Ayuntamiento de Casbas que retire el cartel que la brigadas municipales colocaron en otoño sobre el sillar central de la fuente del Monasterio de Casbas (Monumento Nacional y BIC) y repare los daños. No es el primer aviso de que el agua que mana de este surtidor no es potable, pero sí es la primera vez que se ha utilizado un taladro para fijarlo a la piedra, ya que es de metacrilato. La alcaldesa, María Pilar Víu, ha manifestado que se revisará la instalación "y haremos lo que nos recomienden". En su descargo apunta que esta construcción, que se completa con un lavadero y un depósito, es municipal y no forma parte del conjunto protegido.   

Las Asociación de Amigos del Monasterio de Casbas (AAMC) presentó la queja a principios de noviembre, pocos días después de colocarse el cartel en la fuente, según ha indicado la alcaldesa. Asimismo, ha explicado que este se puso después de que la empresa que acude periódicamente al municipio a revisar la calidad del agua les informara de que la que mana de esta fuente no era potable y así debían advertirlo. "Allí siempre ha habido  letreros avisando de ello, pero el último debió caerse o alguien lo quitó", indica. No obstante, reconoce que era "distintos" al de ahora, ya que se trataba de un papel protegido con un plástico y ajustado con clavos en otro espacio que no es el frontal de la fuente.  

En su resolución, el Justicia argumenta que la Orden de 22 de enero de 2004, del Departamento de Educación, Cultura y Deporte, que se completa la declaración originaria de Bien de Interés Cultural del Monasterio de Nuestra Señora de la Gloria, en Casbas, señala que el conjunto consta de varios edificios y que "en el mayor se ubican la fuente, el lavadero, la fachada meridional de la iglesia y un pabellón del s.XVIII (…), por lo que entendemos que se encuentran protegidas". 

La fuente se completa con lavadero y un depósito.
La fuente se completa con lavadero y un depósito.
Heraldo.es

Rompe la estética de entorno

Asimismo, apostilla que la fijación de un cartel como el que se ha colocado, "igual que el que se pudiera encontrar indicando que no es agua potable un surtidor en un área industrial, afea el entorno y la conservación del Monasterio, que lleva en pie desde el siglo XII". Que los técnicos del Ayuntamiento de Casbas de Huesca hagan uso del taladro para la colocación del cartel informativo, dadas las características de éste, rompe con la estética del entorno, de manera que perjudica gravemente el número de visitantes al municipio y afecta gravemente al beneficio económico de las familias, cuyos ingresos dependen de manera directa o indirecta de éste, además de un perjuicio para el propio bien, que es irreemplazable.

El Ayuntamiento debe informar a los vecinos, pero eso no quiere decir que esta indicación deba hacerse colocando un cartel agua de oficina en mitad de un sillar medieval

El Justicia admite que corresponde al Ayuntamiento asegurar que los vecinos estén informados de que el agua que fluye por el monasterio es no potable, pero eso no quiere decir que esta indicación deba hacerse colocando un cartel agua de oficina en mitad de un sillar medieval. En su resolución  recomienda que "se establezcan fórmulas para reparar el daño causado al taladrar en el sillar y proteger este bien de interés cultural en su totalidad, dando traslado a la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón".

El Monasterio de Casbas es propiedad de la promotora Pisiosse, de Ejea de los Caballeros, que lo adquirió el pasado mes de noviembre por un millón de euros con la intención de  rehabilitarlo por fases para "convertirlo en motor cultural y social de la zona ubicando en el mismo distintos servicios y actividades". La alcaldesa asegura que la queja al Justicia no ha partido de los dueños actuales sino de una persona vinculada a los anteriores propietarios. 

 

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