Un cheque-bebé como ‘salvavidas’ de Vencillón

Este pueblo de La Litera ha lanzado una línea de ayudas para revertir la pérdida de población, que en la última década ha superado el 15%. Ahora temen no poder ofrecer más subvenciones por la falta de vivienda.

Dina Pendande y Le Ca Dju, con su hija Ona N’dji, en la casa que tienen alquilada de Vencillón.
Dina Pendande y Le Ca Dju, con su hija Ona N’dji, en la casa que tienen alquilada de Vencillón.
D. P.

Dina Pendande y Leu Ca Dju, naturales de Guinea-Bisáu, son una de las cuatro familias que han recibido el nuevo cheque-bebé lanzado este año por Vencillón. Un ‘salvavidas’ más para intentar luchar contra el envejecimiento y la despoblación de este municipio de la Litera que en la última década ha perdido más de un 15% de sus vecinos (de 467 a 390). Se une así a otros pueblos de la provincia de Huesca que tienen ayudas similares como Secastilla o Estadilla, por ejemplo.

La convocatoria de Vencillón estaba abierta a los nacidos desde el 1 de junio de 2020 siempre que todos los miembros de la unidad familiar llevaran al menos seis meses empadronados. La finalidad de esta subvención es ayudar a sufragar los gastos que conlleva el nacimiento de un hijo o hija, además de "favorecer el asentamiento de población joven, estimulando la natalidad en el municipio". Había un total de 6.000 euros a repartir entre todos los solicitantes con un máximo de 2.000 por nacimiento.

Leu vive desde hace diez años en Vencillón trabajando en el sector de la construcción mientras que Dina residía en Almería. Pero cuando se quedó embarazada decidió trasladarse a la casa que tenía alquilada su pareja. "No conocía el pueblo porque antes de venir a vivir solo había estado una semana", explica Dina, quien reconoce el cambio de vida abismal que ha tenido "pasando de vivir en la avenida principal de Almería con ruido de gente y de coches las 24 horas del día a un sitio donde se escuchan hasta los pájaros porque es súper tranquilo".

Y es que asegura estar encantada. «Me gusta la tranquilidad y sobre todo la gente. Me sorprendió los primeros días porque salía a pasear y hasta los niños de dos años me saludaban y me daban los buenos días. No digo que no fuéramos así en Almería, pero aquí la cercanía de la gente es diferente», valora. Hace cinco meses nació su hija Ona N’dji y admite que, por lo que ha visto hasta ahora, "es el mejor sitio para criarla".

Desde el Ayuntamiento les informaron de la posibilidad de acogerse a estas nuevas ayudas a la natalidad. "Nos viene súper bien porque no he cobrado ninguna ayuda de maternidad ni nada y el único sueldo que entra en casa es el de mi marido. Me parece muy buena iniciativa, en Almería este tipo de ayudas no existen", destaca esta joven que estudió administración de empresas y microsistemas informáticos de redes y que espera encontrar pronto un trabajo de ello "o de lo que sea".

A su juicio, uno de los principales hándicaps de pueblos pequeños como Vencillón son las comunicaciones «porque apenas hay servicio de autobús así que si no dispones de vehículo propio y carné, estás vendida». Pero por lo demás, anima a todos sus amigos a dar el paso por la calidad de vida. "Yo se lo recomendaría a todo el mundo", afirma sin dudar.

Como explica el alcalde, Ramón Capel, el objetivo de este cheque-bebé es "incentivar" a familias que han llegado en los últimos años a trabajar en el entorno de Vencillón «y que han venido con niños». Y aunque el plan estratégico de subvenciones se aprobó en 2017, la primera dotación económica se incorporó este año "porque en los últimos cuatro no había habido ningún nacimiento y estaban bajando en picado las matrículas de la escuela infantil y de la escuela de Primaria que tenemos".

Su objetivo es mantener esa partida en 2022 "porque nos ha ido muy bien", afirma satisfecho. Pero también teme que las parejas jóvenes interesadas no tengan vivienda en Vencillón ya que ahora mismo no hay ninguna libre.

Desde que en 2003 se hicieran nueve casas tras un convenio con la DGA, no se ha construido más y ahora están haciendo gestiones para que se haga alguna promoción privada en una urbanización que ya tiene todos los servicios a la entrada de la población. En 2016 ofrecieron los terrenos a precios simbólicos a la Asociación de Empresarios de Binéfar para hacer viviendas, pero no hubo ninguna interesada. "Si no hay vivienda para atraer gente, va a ser difícil mantener los servicios como la guardería, la escuela de Primaria, la farmacia, la consulta de médico diaria...", advierte Capel.

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