El Gobierno de Aragón, la Federación Aragonesa de Montañismo y Aramón, a través de la campaña Montaña Segura, han editado una cartografía ATES del macizo de Monte Perdido en Ordesa que identifica las zonas con más riesgo de exposición a posibles aludes para ayudar a los montañeros a planificar sus actividades invernales (travesías, raquetas, esquí de montaña...) y escoger los itinerarios más seguros con el objetivo último de evitar los accidentes y los posteriores rescates. 

Se completa así esta colección de mapas tras las publicadas sobre los macizos de Aneto, Infiernos y Balaitus, y Posets con lo que todos los refugios de altura del Pirineo aragonés (Respomuso, Bachimaña, Ángel Orús, Estós, Renclusa, Cap de Llauset y, ahora, Góriz) disponen de ya de esta herramienta.

Esta nueva cartografía, que incluye 9.986 hectáreas con los valles de Pineta y Ordesa y las cumbres del macizo como Monte Perdido, pico Añisclo, Cilindro de Marboré, Taillón, Gabietos, Astazu, etc.), ha sido presentada este jueves en Huesca por la directora general de Interior y Protección Civil, Carmen Sánchez, acompañada por la delegada territorial del Gobierno de Aragón, Carmen Luesma; la gerente de la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM), Carmen Maldonado; y la coordinadora de la campaña Montaña Segura, Marta Ferrer.

Ante el inicio de la temporada de esquí y los recientes episodios de nevadas, Carmen Sánchez ha hecho un llamamiento a la prudencia y ha destacado la necesidad de extremar la precaución a la hora de practicar actividades preparando la excursión con antelación y  teniendo formación en nivología y aludes. “Solo así se disfruta en la montaña nevada y, lo más importante, esta formación puede llegar a salvar nuestra vida o la de nuestros compañeros”, ha destacado. 

La herramienta ATES es un sistema que clasifica el terreno en función de su grado de exposición a los aludes y se representan sobre un mapa mediante colores: verde para el terreno simple (muy difícil que caigan avalanchas), azul para el exigente (tienes que valorar la pendiente, la exposición o si hay trampas que agraven las consecuencias en caso de alud) y rojo para el complejo (es habitual que se produzcan avalanchas). En el caso de Monte Perdido, el 38% tiene nivel rojo, el 48% azul y el 44% verde.

DGA

La información aportada por la cartografía ATES es muy útil pero insuficiente ya que debe completarse con el Boletín de Peligro de Aludes que emite la Aemet y que clasifica el riesgo en una escala que va de 1 (débil) a 5 (fuerte). Con ambas, el planificador de ruta (avaluator) ofrece una recomendación concreta acerca de la idoneidad de transitar por un terreno determinado con unas condiciones del manto nivoso específicas. Y hay tres niveles: precaución, extrema precaución o no se recomienda. "Hay que utilizarlo antes de salir de casa", ha destacado la gerente de la FAM.

Según un estudio realizado en el vecino valle de Arán, el 44% de los accidentes relacionados con avalanchas se producen cuando convergen un peligro de aludes 3 con un terreno complejo. Por ello, Carmen Maldonado ha aconsejado que "si tenemos pensado atravesar un terreno complejo y hay un nivel de riesgo de aludes 4, es mejor cambiar de actividad".  

10.000 encuestas de verano de Montaña Segura

Por otra parte, también se han dado a conocer los resultados de las encuestas realizadas a más de 10.000 personas este pasado verano en lugares de alta afluencia del Pirineo aragonés (con especial incidencia en las ascensiones al Aneto y el Monte Perdido)  y los barrancos de la Sierra de Guara dentro de la campaña de Montaña Segura, a la que el Gobierno de Aragón aportará el año que viene un presupuesto de 170.000 euros, un 20% más que en 2021. 

La coordinadora de la campaña, Marta Ferrer, ha señalado que se ha observado “una cierta recuperación del perfil del montañero habitual de la pre-pandemia, al que se suma el de las personas que se iniciaron en estas actividades el año pasado, precisamente porque, por las restricciones sanitarias, no podían viajar al extranjero y, además, buscaban destinos poco masificados y al aire libre”.

Entre todos los datos, destaca que el 56% de los senderistas iba sin mapa, un 39% no llevaba brújula ni gps y un 59% no portaba botiquín "por lo que la equipación de grupo debe mejorar", ha destacado. 

En cuanto al Aneto, el 93% aseguraron estar acostumbrados a realizar ascensiones como esa aunque después un 12% afirmó tener 0 años de experiencia previa en montaña. En el otro extremo, un 52% llevaba más de 10 años en la práctica, ha añadido. En el caso de Monte Perdido, el 89% dijeron estar acostumbrados a realizar ese tipo de ascensiones, aunque un 24% no habían subido ningún pico de 3.000 m.

Finalmente, de las encuestas realizadas en tres barrancos de Guara (Formiga, Peonera Inferior y Oscuros de Balcés), se desprende que se ha recuperado la presencia del grupo guiado (76% ) y también la presencia de menores de edad (25%).

Para la realización de estas encuestas ha sido indispensable la Red de Informadores Voluntarios, integrada por 640 personas en 334 puntos de toda la geografía aragonesa con el objetivo de transmitir unos consejos sobre cómo realizar una actividad senderista, de alta montaña o un descenso de barranco con seguridad y disfrutando. Son el personal de las oficinas de información, centros de interpretación de espacios naturales protegidos, empresas de turismo activo y una amplia red de alojamientos. Montaña Segura trabaja con estos informadores para proporcionarles información, folletos, formación, y todo lo que les pueda facilitar su labor diaria.