El verano en el centro de salud de Biescas: "Hay días que no paras en las consultas ni las guardias porque hay muchos turistas"

La coordinadora del centro, Paula Claver, reconoce que suele sobrevolar en algunos momentos la amenaza de cierre de algún consultorio por falta de personal "pero al final haces el esfuerzo y dices, 'ya lo cubro yo'". 

Paula Claver, coordinadora del centro de salud de Biescas, que incluye también Panticosa, Sallent de Gállego y Escarrilla.
Paula Claver, coordinadora del centro de salud de Biescas, que incluye también Panticosa, Sallent de Gállego y Escarrilla.
Rafael Gobantes

"En verano, solo nos podemos ir de vacaciones de uno en uno porque si hubiera alguna incidencia, no se podría cubrir". Así explica Paula Claver, coordinadora del centro de salud de Biescas cómo afrontan los próximos meses el personal médico de este servicio que incluye también los consultorios de Sallent de Gállego y Panticosa y el Punto de Atención Continuada de Escarrilla, recientemente reabierto después de haber estado varios meses cerrado por la pandemia. 

El de Tena, como otros muchos valles del Pirineo, reciben en verano y en invierno una gran cantidad de población flotante de turistas, lo que agrava los problemas de falta de personal que sufren todos los centros de salud de la comunidad autónoma con la llegada de las vacaciones estivales. 

En el caso de Biescas ya tienen asumido que no pueden coincidir en sus períodos vacacionales ni los cuatro médicos que cubren las consultas de mañana (dos de ellos en Biescas, otro en Sallent y otro en Panticosa) y que luego rotan para cubrir las guardias de 15.00 a 8.00 y los fines de semana, ni tampoco los cinco médicos de Atención Continuada. 

"Ya sabemos dónde trabajamos y que hay un importante volumen de población flotante que hace que en verano las guardias y las consultas de mañana sean malas porque hay muchos días que no paras", asegura la coordinadora, quien recuerda que hace años, cuando tenían mucho más personal, incluso contaban con un refuerzo estival para pasar consulta a todas las personas desplazadas. "Pero hace tres años se dejó de contratar por falta de personal y lo asumimos nosotros", recuerda. 

Pese a los 'malabares' que hacen para cuadrar las vacaciones, Paula Claver admite que en algunas ocasiones sobrevuela la amenaza de tener que cerrar alguno de los consultorios del centro de salud por no poder cubrir todos los turnos "pero al final hacer el esfuerzo y dices 'ya lo cubro yo' o ya lo hace otro compañero, y así llevamos tres años", subraya.

Los médicos de Atención Primaria del centro de salud de Biescas tienen asignados unas 850 cartillas cada uno de media, pero en épocas de vacaciones estas cifras se multiplican. "En invierno, con la temporada de esquí, puedes tener 2.000 personas alojadas solo en la urbanización de Formigal y ahora en verano quizá 500 solo en el balneario de Panticosa", pone como ejemplo. En cambio, reconoce que desde que acaba la Semana Santa hasta finales de junio y de septiembre al puente de la Constitución son temporadas "muy tranquilas" ya que solo está la población del valle. 

Paula Claver reconoce que es muy complicado solucionar esta falta de personal médico en puestos de difícil cobertura como estos. En su caso, han tenido la 'suerte' de que una médico de Zaragoza ha querido cubrir una de las plazas de Atención Continuada. "Pero en general, como hay tanta falta de médicos ahora, la gente tiene dónde elegir y ese es un problema porque no puedes obligar a alguien a venir a Biescas o a Escarrilla cuando en la puerta de su casa de Zaragoza tiene trabajo", afirma. 

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