Huesca

La residencia de Yéqueda inicia su nueva andadura tras un año como centro covid

La Abubilla, que estaba apunto de estrenarse cuando empezó la pandemia, ha superado un año dedicada primero a la atención de mayores contagiados y después, a los casos negativos que tenían que aislarse. 

María Victoria Broto y Mateo Ferrer durante la visita a las instalaciones de La Abubilla.
María Victoria Broto y Mateo Ferrer durante la visita a las instalaciones de La Abubilla.
Rafael Gobantes

Este martes 6 de abril llegan a La Abubilla de Yéqueda los primeros usuarios de esta nueva residencia de mayores, situada a escasos kilómetros de la ciudad de Huesca y que antes de estrenarse ha funcionado como centro covid durante un año. Este lunes, 378 días después de que empezaran a llegar las ambulancias, las instalaciones han comenzado su auténtica andadura. La consejera de Ciudadanía y Derecho Sociales, María Vitoria Broto, ha acudido hasta las instalaciones para respaldar este inicio y mostrar su agradecimiento a la gerencia y los empleados durante el trabajo desarrollado en los meses más duros de la pandemia. 

Mateo Ferrer, director de La Abubilla, ha destacado que tras la experiencia como centro covid, "con personas en aislamiento que no podían tocarse ni abrazarse", la residencia empieza una nueva normalidad. La instalación, de carácter privado, es "pequeña y familiar", con 45 plazas para todo tipo de usuarios. Cuenta con sala de fisioterapia, gimnasio, zonas comunes, terraza y un huerto. El gerente ha recordado a sus abuelos, que "hace 40 años crearon en Yéqueda este edificio, que anteriormente tuvo otros usos y que se ha remodelado para su nueva función social. 

Patricia Vivas, una de las auxiliares que atendió a los pacientes llegados durante la pandemia, ha comparado la actividad de la residencia en ese tiempo con el viaje que, según el relato del poeta místico persa Farid-ud-Din’Attar (siglo XIII) , emprendieron 30 pájaros que salieron en busca del Pájaro maravilloso, el Simorgh, y que tenían como guía a una abubilla. La leyenda cuenta que al final de su búsqueda, cuando encuentran al Simorgh, se dan cuenta de que el pájaro extraordinario está dentro de cada uno de ellos. 

"Hubo parejas que vinieron juntas y que no pudieron regresar de la misma manera, dos primas que se reencontraron aquí, partidas de dominó y guiñote, canciones, cumpleaños..."

Con esta metáfora, Vivas ha querido explicar las vivencias, el trabajo conjunto, las historias y el viaje que emprendieron los mayores que llegaron a la residencia sin saber cómo sería el final. "Hubo parejas que vinieron juntas y que no pudieron regresar de la misma manera, dos primas que se reencontraron aquí,  partidas de dominó y guiñote, canciones, celebraciones de cumpleaños y lágrimas, tanto al entrar como al salir", ha comentado.  Asimismo, la auxiliar ha señalado que "en esos primeros momentos, rodeados de incertidumbre, dejamos a un lado nuestros miedos, y enfocamos nuestras energías, para poder ayudar a quienes más lo necesitaban. Quienes precisaban mucho más un abrazo o una sonrisa, aunque fuera detrás de una mascarilla, que el mejor de los medicamentos”.

Hasta su cierre, a finales de este mes de febrero, en La Abubilla atendió a 164 personas. En la primera etapa, entre el 23 de marzo y el 20 de junio, se recibió a 99 pacientes positivos en coronavirus. En la segunda, se atendió a 65 usuarios negativos en covid, que provenían de residencias donde se había producido un brote importante y era necesario aislar a las personas no contagiadas. "Ha sido un año muy duro, que nos obliga a reflexionar y que nos ha aportado experiencias de todo tipo, que –seguro- nos servirán para el futuro; un futuro que afrontamos con optimismo y apostando por seguir cuidando a los mayores”, ha explicado el director del centro.  

Un mes sin fallecidos

La consejera ha señalado que "estamos ante una nueva etapa en las residencias después del año tan duro que han vivido, y el nuevo camino que inician los centros covid –como este de Yéqueda- es reflejo de ello. Han sido centros que han salvado vidas, que han resultado imprescindibles y que, gracias a la vacuna, ya pueden seguir atendiendo a los mayores, pero desde la esperanza y la ilusión”,  que esta mañana ha visitado las instalaciones junto al director del centro, Mateo Ferrer. Durante esta visita la consejera ha recordado que actualmente solo hay tres brotes abiertos en residencias de Aragón y que se suma ya el periodo más largo sin decesos por covid en las residencias (un mes completo, desde el 4 de marzo).

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