Un pequeño 'salvavidas' para el Pirineo

El Inaem ha recibido ya 389 contratos del plan Remonta que financia junto con las diputaciones de Huesca y Teruel y los ayuntamientos ubicados en las zonas de nieve

David Andreu (Graus), Lucía Zamboraín y Covadonga del Campo (Jaca), Víctor Ortín (Sabiñánigo) y Víctor Muñoz (Aínsa) han sido beneficiados por el plan Remonta.
David Andreu (Graus), Lucía Zamboraín y Covadonga del Campo (Jaca), Víctor Ortín (Sabiñánigo) y Víctor Muñoz (Aínsa) han sido beneficiados por el plan Remonta.
L. Z./Á. G./V. M.

Desbrozar caminos y montes, mantener mobiliario urbano, atender bibliotecas, crear un blog de excursiones y senderos... . Estas son solo algunas de las labores que han servido de ‘salvavidas’ para los 389 desempleados del sector de la nieve que han sido contratados hasta ahora gracias al plan Remonta que financian el Inaem, las diputaciones de Huesca y Teruel y los ayuntamientos de las cinco comarcas afectadas. El plazo sigue abierto hasta el día 31 de marzo.

Jacetania y Alto Gállego lideran el ranquin con 135 y 121 contratos, respectivamente. Canfranc, con 17, y Villanúa, con 26, fueron los primeros en ponerlo en marcha recolocando a parados en brigadas de montes, tareas administrativas, oficina de turismo, limpieza viaria, polideportivo, servicios sociales, acompañamiento de mayores... Jaca creó un centenar de puestos, la mayoría de brigada de obras (20) y jardines (15), informadores ciudadanos (20), mantenimiento de mobiliario urbano (10) y oficina de turismo (9). También Sabiñánigo contrató a 41 personas, sobre todo como operarios de servicios múltiples (24) y asistencia de servicios culturales y deportivos (8) y de limpieza e higiene (6). En Panticosa, han repartido a 70 personas entre la brigada de montes, el polideportivo, las nuevas pasarelas, la biblioteca o la guardería. Y Sallent de Gállego ha realizado 46 contratos a media jornada para limpieza de caminos, vallado de montes o turismo.

En Ribagorza lleva 72 contrataciones. Benasque ha creado 43 puestos en ocupaciones que van desde mantenimiento de infraestructuras, montes y limpieza de caminos, a labores de poda, pasando por tareas administrativas y de archivo. También participan con mucho menor volumen Castejón de Sos (6) y Graus (3).

Y en Sobrarbe suman 38 contratos. Aínsa ha hecho 12 en una primera fase (espera hacer otra antes de final de mes) para administración, limpieza de caminos, de mantenimiento de edificios, de jardines y de la villa medieval; y Boltaña ha dado empleo a 7 personas en la brigada, la biblioteca y el equipo de limpieza aplicando su convenio laboral, más alto. 

Lucía Zamboraín y Covadonga del Campo trabajaban en Astún y han sido contratadas como informadoras ciudadanas en Jaca.
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Lucía Zamboraín y Convadonga del Campo (Jaca): "Es una buena oportunidad para nosotras y para la ciudad"

Lucía Zamboraín y Covadonga del Campo son dos de las cien personas contratadas en Jaca con el plan Remonta. Ambas ejercen de informadoras medioambientales y anteriormente trabajaban en la estación de esquí de Astún. "Estamos en las entradas y salidas de los colegios, entregando encuestas a los padres para hacer los caminos a los centros escolares más seguros", explican. También han repartido formularios en todos los negocios del casco antiguo sobre la recogida selectiva de residuos. "Es una oportunidad muy buena para la gente que llevamos años trabajando en la nieve y ahora no tenemos ningún tipo de ayuda ni paro", subrayan. También creen que es una buena medida para Jaca “porque hay cosas que el Ayuntamiento por circunstancias no se puede hacer y el grupo que hemos entrado a trabajar podremos sacar adelante". 

Víctor Ortín trabajaba en la cocina de un hotel de Formigal y ha sido contratado para la brigada de obras de Sabiñánigo con el plan Remonta.
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Víctor Ortín (Sabiñánigo): "Me gusta porque es una manera de aprender un nuevo oficio"

Víctor Otín, de 23 años y de Sabiñánigoempezó a trabajar en diciembre en un hotel en Formigal, una semana antes de la anunciada apertura de las pistas. Pero al dar marcha atrás la estación, "me pagaron el finiquito y para casa", recuerda. Ahora ha cambiado las cocinas, por las herramientas de albañil para trabajar junto a la brigada municipal de obras. Un cambio sustancial en su vida laboral, pero positivo. "Si no estuviera trabajando en el Ayuntamiento, estaría en casa, como he estado los últimos tres meses", indica, por lo que aplaude la iniciativa del plan Remonta. Y eso que su nueva tarea no tiene nada que ver con lo que había hecho hasta ahora. "Es algo nuevo para mí, pero me gusta porque es una manera de aprender un oficio, además que los demás trabajadores nos han acogido muy bien y estamos muy a gusto", agradece.

David Andreu trabajaba en el mantenimiento de edificios turísticos y ha sido contratado para la brigada municipal de Graus con el plan Remonta.
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David Andreu (Graus): "Llevaba en paro desde noviembre y esto ha sido una bocanada de optimismo"

El grausino David Andreu está casado y tiene dos hijos pequeños, y hasta que apareció la pandemia trabajaba en el mantenimiento de edificios turísticos en la zona. Una ocupación que sufrió un mazazo definitivo con el confinamiento provincial y regional. Desde noviembre estaba en el paro y a principios de mes empezó a trabajar en la brigada municipal de Graus para sanear y adecentar el entorno del camino peatonal y el carril bici. "Me ha venido muy bien, de maravilla, ha sido una bocanada de optimismo. Al estar en el desempleo, para mí ha sido muy importante haberme podido acoger a este plan que me garantiza un puesto de trabajo hasta finales de junio", resalta. Además, valora el "excelente" ambiente de compañerismo que se ha encontrado en la brigada, donde se ha convertido en un comodín para hacer "un poco de todo".

Víctor Muñoz trabajaba de informático y ahora ha sido contratado por el Ayuntamiento de Aínsa con el plan Remonta.
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Víctor Muñoz (Aínsa): "Son tres meses a media jornada y te salva algo, pero tampoco te da para vivir"

Víctor Muñoz es informático y está esperando un hijo con su pareja. Y es uno de los beneficiados por el plan Remonta de Aínsa. Vendía y reparaba ordenadores y estaba contratado a media jornada como programador para una empresa pero con la crisis le despidieron, su trabajo como informático cayó en picado, y en enero se dio de baja de autónomo. "Ha sido un año malísimo, no, lo siguiente", resume. A mediados de febrero fue contratado por el Ayuntamiento y trabajó primero como peón de albañil, luego para cubriendo una baja en la biblioteca y ahora limpia barrancos. "Es totalmente diferente a lo que me dedico, pero está bien cambiar un poco", afirma. No obstante, espera recuperar su anterior labor de cara al verano. "Si no, me tendría que buscar otra cosa porque esto son tres meses a media jornada y te salva algo, pero tampoco te da para vivir", destaca.

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