Ansó convierte sus calles y plazas en una colorida pasarela de su historia ancestral

Los vecinos se convirtieron por un día en modelos para exhibir sus trajes típicos ante cientos de visitantes.

La plaza Domingo Miral, abarrotada en el desfile.
Ansó convierte sus calles y plazas en una colorida pasarela de su historia ancestral
R. G.

Las calles y plazas empedradas de Ansó, que ostenta el título de uno de los Pueblos Más Bonitos de España, se convirtieron ayer en una colorida pasarela donde los vecinos hicieron de modelos para exhibir con orgullo su historia ancestral en el 47º Día del Traje Típico Ansotano, que cosechó un nuevo éxito de público. Se había anunciado lluvia, pero al final el tiempo respetó e incluso el cielo encapotado hizo más agradable el paseo de las cientos de personas que acudieron a disfrutar de esta fiesta de Interés Turístico Nacional.

Un año más, el ropero municipal abrió sus puertas para que los ansotanos lucieran alguna de las 15 vestimentas que aún se conservan y que van desde los trajes de cristianar (bautizo) y periquillo (confirmación) de los más pequeños, a los de novios, saigüelo (misa) o cofradía de los mayores, con elementos tan típicos como la basquiña, el peinado de churros de las mujeres o los zaragüelles (calzoncillos) y la faja de los hombres.

También hubo familias que rescataron los baúles de sus antepasados como la de Clara Galve, que a sus 15 años lucía por primera vez "emocionada" el traje de fiesta de su bisabuela. "Es una sensación muy especial pensar que tiene más de cien años, que lo vestían a diario y que hoy lo llevo yo", dijo. Y lo hacía acompañado de su amiga, Marta Tudó, también de 15 años, con el traje de cofradía que también conserva la familia y que solía lucir la reina de las fiestas. Ana Pérez, madre de Clara, ataviada con traje de saigüelo, confesó que "llevamos hora y media por la calle y ya nos han hecho cientos de fotos, pero para eso estamos".

"Orgullosos de nuestras raíces"

María Pilar Mauleón, vestida de fiesta, también posó para las cámaras, móviles y tabletas de los visitantes con sus hijos, Daniel, de 2 años, y Miguel de 4, ambos con traje de periquillo. "Los ansotanos estamos muy orgullosos de este día porque son nuestras raíces y nuestra cultura", afirmó.

También Raquel Mendiara lució un traje de fiesta del ropero para llevar a su hija Ainhoa por primera vez con el de cristianar "porque no tiene ni un año". Para ella, es el día "más esperado" del año "y lo celebramos con mucha alegría y sobre todo con orgullo de nuestros antepasados".

Los jóvenes del pueblo caracterizaron la plazoleta Baldragas con escenas típicas como una cocina donde prepararon migas, chistorra y panceta con los utensilios tradicionales, una escuela, una cadiera con lavabo... "Tengo 21 años y desde que nací, excepto dos, me he vestido todos", dijo Diego Ipas, con traje de trabajo.

La alcaldesa de Ansó, Montse Castán, también lució el traje típico de fiesta al que añadió, eso sí, el bastón de mando para representar el cargo que ostenta "porque antiguamente no existía traje de alcaldesa, ya que eran los hombres los que dirigían el pueblo", recordó. Manifestó que era "el día de la ilusión por vivir esta tradición y del orgullo de sentirse ansotano y montañés y de mostrarlo a todo el mundo".

Castán acompañó a las autoridades a una visita guiada por el Museo del Traje, que abrió sus puertas en 2011 y este año supera ya los 3.500 visitantes. Begoña Susín les explicó detalladamente cada uno de los vestidos recordando, además, que el último hombre y la última mujer que los llevaron a diario murieron en 1992 y en 1986, respectivamente, y que en los años 50, más de 80 personas vestían estos trajes "y no llevaron otra cosa en toda su vida".

La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, valoró el esfuerzo del Ayuntamiento de Ansó durante 47 años por conservar sus tradiciones y destacó que "el verdadero museo es el pueblo".

El acto central llegó a las 11.30, cuando Regina Trigo, cantadora de jotas y experta en indumentaria tradicional aragonesa, presentó el desfile de trajes. Antes, la alcaldesa entregó un reconocimiento a Elena Gusano por su labor para conservar y promocionar el traje típico. La homenajeada dedicó el premio "a las mujeres de mi casa porque son las que me enseñaron a querer este traje y a hacerme el peinado de churros". Una misa cantada por la coral ansotana, una comida para invitados y la actuación de Ciria y Bueno en Aragonés completaron el día grande de Ansó.

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