Un alto porcentaje del casco urbano de Fraga está situado en zona inundable y por lo tanto sujeto a las nuevas restricciones de edificación aprobadas por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. En total, se incluye una superficie de alrededor de tres kilómetros cuadrados, que afecta a la práctica totalidad del denominado barrio de las Afueras, donde se concentra el mayor número de viviendas, zonas comerciales y equipamientos públicos, desde el centro de salud hasta la mayoría de centros educativos.

La modificación del reglamento, que fue aprobada en diciembre de 2016, tiene ámbito nacional y afecta a todas las cuencas, entre ellas la del río Cinca, que atraviesa la ciudad de Fraga. De hecho, parte en dos el núcleo urbano. En la margen derecha, se sitúa el barrio de las Afueras, y en la izquierda, el casco histórico, excluido de las zonas inundables, que presentan tres niveles diferentes, dependiendo de su proximidad al río (zona de policía, zona de flujo preferente y zona de inundación).

En todas ellas, quedan limitados los usos del suelo y además se establecen nuevos criterios a la hora de autorizar distintas actuaciones, desde la necesidad de que el promotor aporte una declaración jurada en la que expresa conocer y asumir los riesgos existentes hasta la obligación de contar con el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Ebro, según explica el alcalde, Miguel Luis Lapeña, que admite que la nueva normativa "nos obliga a trabajar en un nuevo modelo de ciudad".

De hecho, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora, dentro de las zonas inundables cualquier construcción residencial deberá superar una cota de entre 3 y 5 metros y además queda prohibida la implantación de nuevos centros escolares o sanitarios, residencias de mayores, centros deportivos o grandes superficies comerciales. Uno de los primeros proyectos en resultar afectado ha sido la futura residencia de personas mayores, que debía construirse en la zona del Sup-2, en las inmediaciones de los Jardines Juan Carlos I, dentro de las zonas inundables, lo que obliga a cambiar su ubicación. Para ello, el Ayuntamiento de Fraga ha iniciado el proceso de reversión de la parcela cedida y, como alternativa, ha propuesto un terreno municipal situado fuera de las zonas inundables, entre el barrio de San Simón y el cuartel de la Guardia Civil, al pie de las carreteras N-II y N-211, detalla Lapeña.

Otro ejemplo es la futura ampliación del colegio María Moliner, que deberá adaptarse a las nuevas restricciones y superar una cota de entre 3 y 5 metros.

En paralelo, el ayuntamiento ha decidido encargar un estudio hidrológico para valorar y delimitar las zonas inundables. Tiene un coste de 18.000 euros y lo hará una empresa homologada por la CHE, lo que "garantiza su futura admisión", indica Lapeña. Estará listo a finales de julio. Con ello, se busca "disminuir el perímetro catalogado como zona inundable y rebajar las exigencias". "Se trata de una norma de obligado cumplimiento, solo podemos atenuar sus consecuencias y planificar bien el crecimiento de la ciudad", concluye.