Los empresarios piden relanzar Walqa para salir del estancamiento 15 años después de su nacimiento

Vista panorámica del parque tecnológico Walqa con Guara nevado al fondo.
Los empresarios piden relanzar Walqa para salir del estancamiento 15 años después de su nacimiento
Rafael Gobantes

Quince años después del nacimiento del parque tecnológico Walqa, de Huesca, está en un punto de inflexión. Entre 2002 y 2011, se multiplicó por 11 el número de empresas y trabajadores, pero en los últimos años estas cifras se han estancado. Por ello, sus inquilinos coinciden en pedir al Gobierno aragonés acciones para relanzarlo. La mayoría valoran el "cambio de actitud" de la nueva consejería de Economía, Industria y Empleo, pero reclaman potenciar la formación para dar solución a la falta de mano de obra cualificada, impulsar la colaboración entre las empresas para abordar conjuntamente proyectos de mayor envergadura y un plan de comunicación que atraiga a nuevas compañías.

Desde la consejería responden que se está elaborando un plan estratégico en "colaboración directa" con las empresas. Además, destacan que con la próxima ocupación por parte de Podoactiva del antiguo edificio del Salud, que estaba cerrado desde 2015, estarán 13 de los 14 inmuebles del parque con actividad (solo estará sin uso uno propiedad de una empresa privada). Aseguran que actualmente hay 58 empresas instaladas que dan empleo a 600 personas, aunque con la inminente reactivación del Centro de Digitalización de la Seguridad Social se incrementará en 130 más. El 47% del suelo (25 parcelas) y el 37% de las oficinas están libres.

Precisamente el director general de Podoactiva, José Víctor Alfaro, subraya que "sigo creyendo que es un buen sitio para estar", aunque también reclama un esfuerzo para darle "más visibilidad" y así atraer nuevas empresas. "Si vinieran dos o tres firmas potentes estoy seguro de que la incercia empezaría a cambiar en positivo enseguida y todos los males se curarían. Es verdad también que es difícil atraer a una multinacional que haga de gran locomotora porque esas tienen muchos novios, pero al menos sí que podríamos tener más empresa tecnológicas", opina. Por ello, considera que, por ejemplo, se debería hacer un "lavado de cara" para que el parque esté "de revista" cuando vengan a visitarlo empresas que estén interesadas. Y se ofrece como embajador "porque lo que más se va a creer alguien que va a montar una empresa es lo que le diga otro que se ha jugado su dinero, seguro".

También el año pasado amplió sus instalaciones en Walqa la compañía Deloitte, la principal empresa del parque con 90 trabajadores (con permiso de los 130 que empleará en breve el Centro de Digitalización de la Seguridad Social). El director de la sede osense, Eduardo Miracle, resalta la importancia de "atraer y retener talento". "Se han hecho cosas, pero quedan muchas por hacer con formación avanzada para empresas del parque que ayuden a nutrirnos de profesionales cualificados", destaca. También considera necesario un plan estratégico de comunicación "para posicionar a Walqa a nivel local, autonómico e incluso en las comunidades limítrofes, porque eso revierte en ser capaces de atraer talento de aquí y de las colindantes". Y por último, pide fomentar más la colaboración entre las empresas "y aprovechar oportunidades conjuntas para acceder a proyectos locales, nacionales e incluso internacionales".

Una de las empresas fundadoras del parque fue la oscense Ecomputer. Su director general, Enrique Sampériz, deja claro que sigue "creyendo" en el proyecto de Walqa, pero admite que "desgraciadamente es muy difícil recuperar la inercia que tuvo en su día porque eran otros tiempos y había otros jugadores en el parque que eran las grandes compañías tecnológicas, aunque eso no quita para que a las pequeñas empresas locales nos ayuden, como está haciendo esta consejería, a que podamos crecer más". Sin embargo, muchos de esos planes de crecimiento no se han podido lograr "porque no hay cantera para surtir de trabajadores cualificados, que es la gran carencia que hay en Huesca". Recuerda, en este sentido, la ventaja que suponía que la Universidad San Jorge desarrollara en Walqa los estudios de Ingeniería Informática "porque teníamos becados de los últimos cursos y luego algunos se incorporaban como trabajadores". "Sería un éxito que las universidades volvieran", dice.

La formación es también es principal hándicap en opinión de Conrado Toro, director general de Webdreams, otra de las primeras inquilinas de Walqa. "Desde que desapareció la Universidad de San Jorge todas las empresas tenemos serios problemas para encontrar personal cualificado", asegura. Y aunque valora el esfuerzo que se está empezando a hacer desde el Gobierno de Aragón para potenciar la formación profesional dual o los cursos del Centro de Tecnologías Avanzadas, recalca que en su caso están "autoformando" al personal en programación informática "con lo que eso supone de inversión". A su juicio, más importante que la promoción de cara al exterior sería favorecer mecanismos de colaboración entre las empresas "y que nos pudiéramos juntar unas cuantas para hacer un proyecto grande, porque es lo que nos prometieron pero nunca se han puesto medios ni recursos". Si no, se muestra escéptico sobre el futuro "porque es un parque pero la parte de tecnología está olvidada y cada uno va por libre".

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