DGA y Ayuntamiento dan largas a los 90.000 euros necesarios para reparar la muralla

Lleva cinco meses acordonada tras un desprendimiento que dañó varios coches. La intervención en la estructura tiene que esperar a que se habilite una partida en los presupuestos autonómicos de 2017.

Tramo de muralla vallado desde hace meses por desprendimientos
DGA y Ayuntamiento dan largas a los 90.000 euros necesarios para reparar la muralla
R. G

Es cuestión de 90.000 euros. Es el presupuesto necesario para acometer las obras de consolidación en el tramo de la muralla de Huesca que el pasado 10 de mayo se derrumbó y que cinco meses después de lo ocurrido continúa acordonado porque las obras tardarán en empezar. Ni el Ayuntamiento ni el Gobierno de Aragón han dispuesto en este tiempo del dinero que hacía falta para actuar sobre el tramo del muro medieval afectado, ubicado en la ronda Montearagón frente al albergue municipal de transeúntes.


Tras el desprendimiento, que fue de noche y dañó varios vehículos aparcados en la zona, los técnicos de Patrimonio de la DGA realizaron un informe que dictaminó que la parte que se había desprendido era una tapia de adobe de "escasa calidad constructiva y sin valor arquitectónico, histórico o artístico". Un segundo estudio determinó que los trabajos para consolidar, limpiar la vegetación y drenar el paño costarían 90.000 euros.


En un primer momento, desde el departamento de Cultura del Gobierno aragonés indicaron que Patrimonio estaba asesorando al Ayuntamiento de Huesca y que este financiaría las obras, ya que es responsable del mantenimiento de la muralla, según dijeron. Pero los criterios de los responsables municipales no son los mismos. La concejal de Urbanismo, María Rodrigo, explicó que "al tratarse de un monumento catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), entendemos que depende del Gobierno de Aragón". La edil reconoció que "hay que arreglarlo", pero señaló: "Nosotros no tenemos dotación presupuestaria y necesitamos ayuda".


Los 90.000 euros que se calcula que costará esta obra solo servirán para frenar el deterioro que sufre la muralla de Huesca, donde hace más de seis años que no se invierte. En concreto, este tramo presenta unas condiciones lamentables ya que, al contrario que en el situado entre el colegio de San Vicente y la casa Amparo, aquí no se ha actuado en décadas.


El paño donde se produjeron los desprendimientos apenas era visible, ya que hasta mayo se utilizaba como aparcamiento. Aunque a modo de protección para los sillares se colocaron unas mallas, estas a menudo estaban en el suelo porque las tiraban los vehículos. Por la parte interior, la muralla sufre los mismos males que hasta hace unos años amenazaban la parte ya rehabilitada. Sus piedras soportan la carga y la humedad de las construcciones levantadas sobre ellas.


La presidenta de la asociación de vecinos Osce Biella del Casco Antiguo, Susana Oliván, señaló que es un tema "de seguridad". "Ahora viene el invierno, que con las heladas y las lluvias es una época propicia para que se repitan los derrumbes y nadie hace nada", manifestó. En su opinión, 90.000 euros es una cantidad que podría asumir cualquier administración porque "cuando se quiere hacer algo se saca el dinero de donde sea".


Los planes a largo plazo para este tramo, de unos 70 metros, pasan por continuar la operación acometida en la otra parte de la ronda de Montearagón: derribar las construcciones edificadas sobre el muro y realizar un andador que libere a la muralla al tiempo que se integra en el conjunto urbano. "Pero ahora nadie quiere poner dinero para solucionar los problemas de estabilidad porque no es una obra que se puede lucir", añadió Oliván.


En todo caso, la portavoz vecinal alerta de que, además de un problema de seguridad, se trata de un patrimonio que puede perderse porque "si ese tramo de muralla cae, ya no se podrá recuperar".

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