Las subvenciones públicas a Cáritas se reducen

Cáritas Diocesana de Huesca ha acusado un descenso de las subvenciones públicas, aunque lo ha visto compensado por un aumento de las donaciones particulares y las herencias así como de la venta de sus propios productos, para asistir a personas en situación de pobreza severa. En 2015, atendieron a 3.000 usuarios en exclusión o en riesgo, por lo que contando a sus familias llegaron a más de 6.140, una cifra similar a la del año anterior. Esto supone un 7% de la población de la diócesis.

En total, han perdido unos 100.000 euros del IRPF y del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), aunque están en conversaciones ya que este recorte ha afectado a todo Aragón, mientras la DPH aumentó su contribución. Con todo, ejecutaron un presupuesto de 1.872.000 que ha ido creciendo pero que empieza a estabilizarse, según el secretario general, Jaime Esparrach, que presentó ayer la memoria anual junto con el obispo, Julián Ruiz, quien hizo un llamamiento a trabajar por la justicia. Les acompañó el sacerdote de Cáritas, Rafael Nieto, y la directora, Pilar Polo, quien resaltó que toman partido por las personas y que trabajan no desde la beneficencia sino desde la educación.

Cáritas ha atendido a esas 3.000 personas en seis programas. En el de acogida, se ha ayudado a 1.477, de las que un 80% son familias. Para ello, se han destinado 265.000 euros para un total de 3.200 apoyos para pagar alimentación, alquileres o recibos. Además, cuenta con programas de promoción (293 beneficiarios), inserción (658) o personas sin hogar (994). Además, destina recursos a la cooperación internacional (35.000 €) y anima a la colaboración (529 voluntarios).