El doble sentido de la restauración del 'Retrato de José María Aventín'

Entre los baúles de la casa familiar de Tarragona de los García-Bragado Acín, descendientes de Ramón Acín, apareció hace una década una obra inaudita del artista oscense. Se trataba de un boceto fechado en 1928 de un retrato de José María Aventín, otro escultor natural de Huesca, activo en la primera mitad del siglo XX. La propia hija de Ramón Acín, Katia, fue la encargada de llevar esta obra, que estaba en bastante estado de deterioro y que nunca había sido expuesta, hasta la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Aragón, situada en Huesca, donde después de un cuidado trabajo han devuelto al cuadro su estado de esplendor.

“Creo que el valor de este trabajo es doble. Primero, porque rescata una obra muy interesante de Ramón Acín, que todavía no había sido vista, y que nos sirve para documentar su trabajo como uno de los exponentes aragoneses en el arte de las vanguardias. Pero también es importante por el protagonista del retrato, ya que ayuda a poner el valor a José María Aventin, que es un escultor altoaragonés muy importante y a veces olvidado, ya que desarrolló gran parte de su carrera en Madrid”, explica el director del centro oscense, Ignacio Mustienes.

El retrato está elaborado en óleo y tiene carácter de boceto, con unas dimensiones de 82 X 73 centímetros. La labor de recuperación ha sido especialmente costosa porque estaba elaborada sobre contrachapado de madera, y la sencillez del soporte lo hacía muy proclive a deteriorase con determinados tratamientos. “Antes del proceso de restauración propiamente dicho, se han llevado a cabo muchas pruebas con diferentes técnicas, aplicándose finalmente las de trabajo en seco, ya que otras podían afectar a la base o aumentar el brillo de la obra”, argumenta Mustienes.

“El cuadro estaba en un estado de bastante deterioro, con varias manchas de cera y otras pinturas, que indicaban que seguramente fue almacenado por el propio Ramón Acín en su estudio, sin demasiado reparo en protegerlo”, añade el director para argumentar el complicado proceso de recuperación, aunque insiste en que esta circunstancia no resta valor a la pintura.

La obra será devuelta a las herederas del artista, que decidirán qué hacer con el trabajo. La entrega se realizará en un acto en la propia escuela, el marte 17.00 a partir de las 11.00 y acudirán varios descendientes de Ramón Acín. También están invitados los miembros de la Fundación Acín, entre los que se encuentran representantes del Ayuntamiento. Además, se contará con la presencia de la directora provincial de educación en Huesca, Olga Alastruey.

Con esta obra, la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales se consolida en su papel de referente en la recuperación de todo tipo de obras. Entre sus próximos proyectos se encuentra la tercera fase de rehabilitación del vestíbulo de la estación de Canfranc, en el que se lleva trabajando desde hace varios años.