La DGA aprueba el plan del urogallo, que ha perdido un 30% de su población en 10 años
Menos de 50 machos sobreviven en el Pirineo, entre Pineta y el valle de Benasque principalmente, y alguno en Jacetania.
De hecho, la transformación de su entorno y las molestias son las principales amenazas de esta especie que habita entre Pineta y el valle de Benasque así como en los macizos del Turbón y Cotiella, más al sur. En Canfranc y en los valles de Hecho y Ansó quedan también reductos. Por ello, el plan implica a tres comarcas del Pirineo Jacetania, Sobrarbe y Ribagorza y un total de 34 términos municipales, aunque con extensiones diferentes según los núcleos. En el ámbito de aplicación se especifican también las llamadas áreas críticas para la especie, que en el Pirineo vive en los bosques de pino negro y abetos, de entre 1.700 y 2.100 metros de altura.
La dirección general de Sostenibilidad del Gobierno de Aragón recuerda que las poblaciones están sufriendo una fuerte regresión en toda Europa y que resulta especialmente preocupante el caso de la subespecie pirenaica, donde se ha constatado un descenso algo mayor del 30% en el número de machos censados en los cantaderos durante los últimos 10 años. En estas zonas entran en celo en primavera, y es allí donde se cuentan los machos; y aproximadamente hay una hembra por cada uno. Las estimaciones más recientes, de este 2015, indican un número máximo de machos en territorio español de unos 426, de los cuales menos de 50 sobreviven en Aragón.
En España, se concentran en el Pirineo y en la cordillera cantábrica, donde esa subespecie se encuentra en una situación muy crítica. La subespecie pirenaica se reparte entre Navarra, con pocos ejemplares, Aragón, Cataluña, Andorra y Francia, según detalla Juan Antonio Gil, presidente de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), entidad que ha realizado un seguimiento, aunque desde 2011 no ha habido partidas del Gobierno de Aragón.
Para lograr sus objetivos, el plan de conservación del urogallo propone medidas, como la incorporación a la Red Natura 2000 del mayor número posible de áreas críticas, así como de territorios abandonados. También se pretende minimizar el riesgo de colisión con cercados o tendidos eléctricos, las molestias que pudieran producir los trabajos forestales limitando sus períodos de actividad o el desarrollo de acciones de mejora del hábitat con el fin de favorecer la expansión de la especie. Otro de los objetivos es lograr que las actividades cinegéticas sean compatibles con la conservación de la especie, para lo que se incrementarán las labores de vigilancia y control por parte de los agentes de protección de la naturaleza del departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad.
Antes de su aprobación, el decreto ha seguido una tramitación larga y compleja por el elevado número de alegaciones y aportaciones que se han recibido durante el período 2010-2014, tras los dos procedimientos de información pública al que el borrador ha estado sometido, indican desde la DGA. No obstante, la FCQ entregó el primer borrador en 2004. Finalmente, el texto consensuado, que recoge gran parte de las aportaciones, es el que ha sido aprobado por el gobierno.