Huesca

Las expropiaciones para despejar los ábsides de San Pedro han costado casi un millón de euros

El Ayuntamiento de Huesca prepara el derribo de la última de las construcciones adosadas a la iglesia románica.

Antonia Buisán, guía de la iglesia de San Pedro el Viejo, observa los ábsides.
Las expropiaciones para despejar los ábsides de San Pedro han costado casi un millón de euros

«No es inusual que en el claustro se pueda oír perfectamente como una cisterna de un piso que está en la parte superior evacua sus aguas fecales». Javier Callizo, consejero de Cultura del Gobierno de Aragón en 1999, fue así de explícito en las Cortes para describir la situación de la iglesia de San Pedro el Viejo, un templo románico situado en el centro de Huesca y declarado monumento nacional en 1885 que pronto podrá verse un poco más, ya que el Ayuntamiento prepara el derribo de parte de la última de las casas que estaban adosadas a los ábsides. Los dueños de los seis inmuebles afectados por esta operación han recibido casi 900.000 euros por la expropiación. A esta cantidad hay que sumar 150.000 euros que se pagarán por intereses.


La iglesia, que fue monasterio, y el claustro, quedaron fagocitados a finales del siglo XIX por la construcción de varios edificios en la calle de Ramiro el Monje, que impedían su vista y, además, adosaban dependencias sobre los ábsides y parte del claustro en el que están enterrados los reyes de Aragón Alfonso I y Ramiro II. Hace más de 15 años que se encargó el Plan Director para marcar las directrices de la rehabilitación y que se empezó a debatir la conveniencia de derribar los inmuebles anejos para rehabilitar la cabecera y la cubierta del panteón real.


Se propuso primero la demolición total de las casas, con fachadas a la Correría, como se denomina popularmente la calle. Pero la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo se opuso a esta solución, como algunos historiadores, que eran partidarios de dejar el entorno como estaba. En 2003, el Ayuntamiento de Huesca aprobó una solución intermedia, un plan urbanístico para rebanar únicamente la parte trasera de tres edificios y, creando un pasillo, liberar a los ábsides del peso y las humedades que dañan la piedra arenisca. La única forma de hacerse con el suelo era expropiar.

Pero los derribos empezaron antes. En 2001, los ábsides asomaron al demolerse el edificio situado en el número 2 de la plaza de San Pedro. Su propietario llegó un acuerdo económico con el Ayuntamiento antes de que se aprobara el plan especial.


Para continuar fue necesario negociar con los seis propietarios de los tres inmuebles de la Correría. Algunos de ellos incluso tenían negocios abiertos en la planta baja. A finales de 2007 se firmó con cinco de los seis afectados, a quienes se les indemnizó con 446.113 euros. Se tiraron los voladizos y los elementos que sobresalían de las fachadas y se colocó una verja para proteger el espacio rescatado.


El acuerdo con los dueños del edificio ubicado en el número 27 de la calle, la conocida como casa de Marieta Pérez, tardó más en alcanzarse y el pago se ha hecho en varias anualidades. Desde su construcción, a mediados del siglo XIX, hasta 1895 fue objeto de varias ampliaciones y modificaciones que llevaron a levantar dos plantas sobre el panteón real. En una de las dependencias estaba la imprenta Pérez. Los últimos propietarios rehabilitaron estos añadidos para reconvertirlos en tres apartamentos destinados a alquiler. Estos, montados sobre los ábsides, van a derribarse. Se mantendrá el resto de la casa, con una rica decoración interior atribuida a León Abadías y a uno de sus discípulos.


Estos propietarios también abrieron una tienda en la planta baja. El negocio ha cambiado de dueños y el local está en obras para reformarlo antes de que empiecen los derribos. Así, el espacio donde estaban los escaparates será la tienda, que también se dedicará a los vestidos tradicionales, y la trastienda desaparecerá.


La concejal de Urbanismo, Gemma Allué, no da fecha para el inicio de los trabajos. «Estamos preparando una memoria para determinar cuánto costará el derribo en la casa de Marieta Pérez», señaló.La demolición será «complicada», pero se acometerá en cuanto haya disponibilidad.