Luis Felipe llama al voto de la «esperanza» y anuncia su intención de no bajar impuestos

Luis Felipe dejó ayer aparcado el bastón de mando de alcalde de Huesca y se enfundó su traje más socialista para presentar oficialmente su candidatura a las elecciones del 22-M. Con un discurso cargado de ideología y también de reproches al PP, apeló al «valor» de la gestión del PSOE en el Ayuntamiento y a la «política de la esperanza» para pedir la movilización de los votantes, «porque cuando el pueblo vota, siempre o casi siempre ganamos los socialistas», resaltó. Y lo hizo ante un auditorio de un millar de personas, entre cargos políticos, simpatizantes y militantes, que llenaron el Palacio de Congresos para arropar a los candidatos socialistas en el Alto Aragón.

Él fue uno de los protagonistas de la comida mitin junto a Eva Almunia, candidata a la presidencia del Gobierno de Aragón, y Marcelino Iglesias, que encabezará la lista del PSOE por Huesca a las Cortes. Ambos dedicaron elogios a Luis Felipe y se mostraron convencidos de su victoria. De hecho, Iglesias, pese a lo que indican las encuestas, aventuró que «mejorará los resultados» de 2008.

En sus 13 minutos de discurso, Felipe no habló de peatonalización ni de política industrial, como hizo la candidata del PP hace dos meses en ese mismo escenario. Pero sí marcó una clara barrera respecto a su principal adversaria política al dejar clara su postura en contra de rebajar impuestos «porque los recursos de las administraciones garantizan la sostenibilidad de los servicios públicos y evitan la desigualdad», argumentó. De hecho, reprochó a los populares que «allá donde acuden» propongan bonificaciones y exenciones «porque eso no es creíble», manifestó. Y así, aseguró que según las propuestas fiscales del PP, el Ayuntamiento hubiera dejado de recaudar 3,6 millones euros entre 2008 y 2011.

164 millones invertidos en 12 años

Luis Felipe defendió la acción socialista de los últimos 12 años que, según recalcó, ha permitido a Huesca situarse como la 5ª capital con menos deuda al tiempo que se han invertido 164 millones de euros. «El PP no entra nunca a ese debate porque no serían capaces de hacerlo», subrayó.

El candidato insistió en que su principal «aval» es la gestión «que nos ha permitido invertir 7 millones de euros en políticas activas de empleo, 5 millones en mejoras en los polígonos industriales, ayudas a los comerciantes y subvenciones a empresas, y triplicar el presupuesto de servicios sociales», detalló. Y en respuesta a estos datos, «el PP solo contesta rebajando impuestos», criticó.

Aunque no desveló ningún proyecto concreto de su programa electoral, Luis Felipe sí recalcó que su principal prioridad política será resolver la crisis y el desempleo para ayudar a los ciudadanos «con más problemas».

Además, advirtió a los jóvenes del «riesgo de fractura social» que ocasionaría una victoria de los populares. «Hay líderes de otros partidos que viven con cierta euforia este momento, pero no es porque hayan descubierto el secreto para resolver la crisis, sino porque la crisis les permite desplegar de forma encarnizada sus prioridades, que son menos política, menos Estado y menos protección social», señaló.

Otra gran parte de su discurso estuvo volcada en movilizar el voto frente a la desafección política que fomentan «algunos». Para ello, apeló a su 'ADN socialista' recordando que el primer mitin al que asistió con solo 15 años fue el que ofreció Felipe González en la plaza de toros de Huesca en 1977, y que sigue guardando en su memoria la frase que pronunció en 1979 Alfonso Guerra de que «lo importante de la democracia es que cada voto vale lo mismo».

«El PP solo quiere mandar»

Por su parte, Almunia también se unió a las críticas hacia el PP afirmando que solo recordaba dos obras de su época de gobierno en Huesca, «el pipi can y un camino que hicieron desde la rotonda del Mulo al psiquiátrico», recordó, lo que a su juicio demuestra «que no tienen metas ni objetivos para esta ciudad sino que solo quieren mandar», declaró.