San Pedro el Viejo restringe el acceso al panteón real y coloca una verja para preservar las tumbas

El Homenaje a los Reyes de Aragón se celebró en el claustro del templo románico, ubicado en el centro de Huesca.

Ventilado y seguro. Así está desde ahora el panteón real del monasterio de San Pedro el Viejo de Huesca, donde están sepultados los reyes de Aragón Alfonso I el Batallador y Ramiro II el Monje, tras la colocación de una verja que sustituye a las puertas acristaladas. Se ha instalado tras dos años de gestiones, y con los preceptivos permisos de la Comisión Provincial de Patrimonio y la licencia de obra del Ayuntamiento. La nueva puerta es una de las acciones llevadas a cabo con motivo del IX Centenario de la construcción de la iglesia románica por la Asociación de Obreros de San Pedro el Viejo, que vela por este conjunto arquitectónica, declarado monumento nacional en el año 1885.

El presidente de la asociación, Eduardo Cuello, ha explicado que la puerta de vidrio que había hasta ahora en la capilla de San Bartolomé "no era adecuada, planteaba falta de ventilación y provocaba problemas de condensación en el interior del panteón". "No era de recibo que la sala estuviera así", ha añadido. Además, indicó que la verja impedirá el acceso de los visitantes a esta estancia en las condiciones en las cuales se hacía hasta ahora, ya que "entraban en grupos y su comportamiento no siempre era el más adecuado al significado de este espacio, que queremos preservar por su dignidad".

Las tumbas de los reyes y de otros integrantes de la familia real, así como el conjunto de la capilla podrán verse desde el otro lado de la verja. En la puerta se colocará un panel explicativo sobre los sepulcros, la grafía de la sepultura original que Alfonso el Batallador tuvo en el castillo de Montearagón (donde estuvo hasta 1845) y la explicación de lo que es el románico de la sala. "Como en ocurre, por ejemplo, en San Juan de la Peña, queremos que la gente lo vea desde fuera, con una reja calada", apuntó Cuello.

Agradecimientos

La puerta de la capilla, en el claustro de San Pedro, ha llamado la atención de los asistentes al Homenaje a los Reyes de Aragón, que se ha celebrado este viernes y que ha tenido un significado especial por la efemérides que se conmemora. A lo largo de 2017, la asociación ha organizado exposiciones, conciertos, obras de teatro, y conferencias en torno al monumento. "Todas las actividades han tenido gran seguimiento ciudadano y cuando termine el año habrán pasado por aquí más de 1.000 escolares", ha dicho Cuello. Las entidades y particulares que han colaborado en el desarrollo del programa recibieron ayer una placa conmemorativa.

Una vez más, el presidente de la Asociación de Obreros de San Pedro ha reclamado inversiones para la conservación del conjunto, pendiente además de los derribos de las casas que se asientan sobre las capillas del claustro desde el siglo XIX y que corresponden al Ayuntamiento. El concejal de Relaciones Institucionales, Antonio Sanclemente, ha señalado que en los presupuestos de 2018 habrá un partida para empezar.

La conferencia

La Asociación de Obreros de San Pedro el Viejo se creó hace 19 años para la defensa del monumento y se encarga de organizar el Homenaje a los Reyes de Aragón, un acto al que desde 2016 se le imprime un carácter "muy ciudadano". "Nos gusta que vengan representantes institucionales, pero lo fundamental es que asista gente de la calle a escuchar a los invitados, que hablan del valor de este conjunto y que vuelva a casa con un bagaje ampliado de su significado".

El invitado de ayer fue Guillermo Fatás, catedrático emérito de Historia Antigua de la Universidad de Zaragoza, quien explicó que en el siglo XI, el reino de Aragón no tenía patrono, pero que sus reyes, sí y que este era san Pedro. "El segundo rey, Sancho Ramírez, se hizo vasallo y tributario –500 mancusos de oro al año– del papa de Roma", detalló. Explicó que a san Pedro se dedicaron el monasterio de Siresa; la catedral de Jaca y el cenobio de Huesca. Además, recordó que Pedro se llamaron cinco reyes de Aragón, (incluida Petronila, hija de Ramiro II).

"Pedro es la advocación dominante en los orígenes del reino", dijo. Fatás reconoció el trabajo de la asociación y le deseó que consiga lo que pretende porque "este tendría que ser un lugar de peregrinación religiosa y cívico-patriota, por lo menos para los aragoneses"

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