El juez da 5 días al joven que mató al guardia civil para ingresar en el centro de menores

El Juzgado de Menores dicta una providencia para ejecutar la sentencia de 8 años de internamiento.

El Juzgado de Menores de Huesca ha ordenado ejecutar la sentencia que condenó a Abraham G. N. a 8 años de internamiento por la muerte del guardia civil José Antonio Pérez en un control de alcohol y drogas en Barbastro. En una providencia remitida este domingo a las partes, se requiere al menor "a fin de que, voluntariamente, y dentro del plazo de cinco días naturales" ingrese en el Centro de Internamiento por Medida Judicial de Juslibol.

El plazo empieza a contar desde el siguiente al que se produzca el requerimiento y se le advierte de que, "si no lo hace", se recurrirá a las fuerzas y cuerpos de seguridad. Se ha librado un exhorto al juez decano de Barbastro para hacerlo efectivo.

Asimismo, ordena, en relación con la medida de dos años de privación del derecho a obtener el permiso de conducir, que se inscriba en el Registro Central de Sentencias Firmes de Menores del Ministerio de Justicia.

De esta forma, el Juzgado de Menores ha puesto en marcha la maquinaria ya anunciada hace unos días por la Audiencia Provincial de Huesca, que ordenó el internamiento de Abraham G. N. hasta que el Tribunal Supremo resuelva el recurso por la muerte del guardia civil, al que arrastró con su coche en Barbastro el 4 de marzo de 2016, cuando el condenado tenía 17 años. El joven estaba en libertad desde diciembre pasado porque se cumplió el periodo máximo de prisión provisional sin haberse dictado una sentencia firme.

La Audiencia de Huesca justificó su decisión porque los recursos en la jurisdicción de menores no tienen efectos suspensivos de la pena, según la doctrina del Tribunal Supremo.

La abogada defensora ha presentado un recurso de súplica contra la decisión de tramitar la ejecución de la sentencia, en un intento de  retrasar el ingreso. Según Cristina Dolcet, el joven ha cumplido con las condiciones de la libertad vigilada  en todos estos meses, presentándose a diario en el juzgado o en la Policía Local. Además tenía una orden de alejamiento respecto a la mujer y la hija del agente de Tráfico al que mató, que también viven en Barbastro.

La Audiencia elevó la pena contra él de 6 a 8 años en régimen cerrado por conducción temeraria, homicidio doloso, tres delitos de lesiones y uno de conducción sin haber obtenido nunca el permiso, pero la defensa tiene recurrida la sentencia ante el Tribunal Supremo.

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