Más conjunción entre sus hombres y cancha para poder aplicar lo entrenado era lo único que le pedía Nolasco al amistoso que este viernes disputaba el Bada Huesca contra el Naturhouse La Rioja. Por eso, pese al 23-33 con el que se cerró el encuentro, el técnico oscense dijo estar satisfecho con la actuación de su renovada plantilla, al haber notado mejoría respecto al partido de siete días antes frente al Billere francés.

Con solo tres semanas de entrenamientos y teniendo delante al segundo mejor equipo de la competición española, el Bada tuvo pocas opciones para llevarse su segundo amistoso de pretemporada. Además, Nolasco no pudo contar desde el inicio con Álex Marcelo, que sufrió una rotura fibrilar durante los entrenamientos de esta semana, y a su baja se sumó durante la primera parte la de Bonnano, con una brecha en la frente. Estas dos ausencias dejaron notablemente tocada la primera línea de los oscenses. Como aspecto positivo, recuperó a Mikel Muguerza y Dijá, que andaban entre algodones en los días previos.

Los de Jota no tardaron mucho en poner cierta distancia en el marcador, aupados en el atascado ataque oscense, ya que es en esa parcela donde más margen de mejora tiene el conjunto de Huesca. Y ante un equipo hecho para caminar por Europa, el resultado fue el esperado. Numerosas pérdidas en ataque permitieron permitieron a los riojanos abrir una brecha de cinco goles ya en el ecuador del primer tiempo.

Cuatro seguidos de Ángel Fernández, que se mostró como el más listo de la clase aprovechando que el conjunto de Nolasco jugó un tramo de su inferioridad sin portero, elevaron la distancia en el marcador hasta los seis tantos con los que se llegó al descanso (9-15).

Con los jugadores de la cantera sobre la pista para subsanar la falta de primeras líneas, y el juvenil Jorge Broto en la portería, la reanudación supuso un más de lo mismo. Los de Jota no estaban dispuestos a renunciar a ningún ataque, y fueron sumando en el marcador. El Bada tampoco quiso dejarse ir, y aunque las rentas se elevaron hasta los diez goles en el ecuador de la segunda parte, todavía hubo tiempo para que los oscenses se pegaran con la férrea defensa riojana y pusieran el 23-33 definitivo.