No está del todo claro el origen de la albahaca como símbolo de la ciudad de Huesca, y más concretamente de sus fiestas. La voz más común asegura que la introdujeron en la ciudad los romanos, coincidiendo con una peste muy fuerte, cuando se le dio uso tanto por su parte aromática como de manera más esotérica, para espantar malos espíritus. También sirve de condimento en la cocina y terapeuticamente se utiliza en algunos preparados.

Pero al margen de su origen y sus cometidos, la planta es protagonista en estos días previos al inicio de las fiestas, y es que en pocas casas de Huesca faltará una maceta de albahaca, que también decorará solapas y nudos de pañoletas. Además de ser junto a los claveles blancos la gran protagonista de la ofrenda que se celebra la última tarde de las fiestas de San Lorenzo, el día 15.

Lo saben bien en Atades, concretamente en la sección de la entidad dedicada a la jardinería y la naturaleza, cuyos usuarios han cultivado más de 6.000 de estas plantas, que empezaron a trasplantar a macetas al final de mes de junio. “Unas 3.000 pequeñas y otras tantas de mayor tamaño”, explicaba Ricardo Cebollero, que junto a Samuel Escasi se ocupaban este jueves de uno de los puestos del mercado agroecológico de la ciudad, con precios entre 3 y 5 euros en función del tamaño de la maceta. La albahaca fue la gran protagonista de la edición de este jueves de esta cita que se celebra en la céntrica plaza de Concepción Arenal cada primer y tercer jueves del mes.

En el caso de Atades, sabiendo el éxito y la aceptación que tiene la planta desde que comienza el mes de agosto, se han instalado en la plaza durante toda la semana, este año por primera vez. “Estaremos hasta el día 8 desde primera hora de la mañana y hasta las 14.30”, explica Escasi, que cifra en 200 el número de macetas de albahaca que venden cada día desde que están en la plaza, aunque esperan que en la jornada previa al comienzo de las fiestas, el próximo lunes, las ventas se incrementen enormemente. “La gente se espera al último día, por aquello de que esté más fresca y en mejor estado”, dice, aunque explica que una maceta puede durar entre ocho y 20 días, en función del lugar donde esté plantada y los cuidados que reciba.

Muchos oscenses se decantan por comprar la albahaca procedente de la huerta de Brotalia por ese valor añadido que conllevan, el saber que están cultivadas por los usuarios de Atades.

Las que crecen en la huerta de A Chordiga lo hacen sin ningún tipo de aporte externo, de manera totalmente ecológica. Es este el principal sello de identidad de los productos que salen de sus tierras, situadas en la zona de Salas. “Hemos cultivado un total de 2.000 plantas y ya llevamos unas 700 vendidas, de manera directa aquí en el mercado o bien de encargos”, explica Antares Sánchez, que este jueves se encontraba al frente del puesto en el mercado agroecológico.

Además, A Choridiga forma parte de la cooperativa La Sazón, fija también en la celebración del mercado agroecológico con las diferents hortalizas que salen de las tierras de sus integrantes. Al igual que Semonia, la tienda de productos ecológicos de Atades. Ambas cumplieron este jueves a su cita, aunque el protagonismo se lo llevara al albahaca.