El TS ordena repetir el juicio contra una pareja que simuló separarse para una estafa

La pareja trató de blindar el sueldo y el coche del hombre frente a un posible embargo por impago de un crédito.

El Tribunal Supremo ha ordenado la repetición de un juicio en el que fue condenada una pareja de Zaragoza acusada de estafa que, presuntamente, simuló separarse para tratar de blindar el sueldo y el coche del hombre frente a un posible embargo por impago de un crédito.


El Supremo considera que la participación en el tribunal juzgador, la Audiencia de Zaragoza, de dos magistrados en la revocación de la orden de sobreseimiento del caso dictada por el juez instructor constituye una infracción constitucional al principio de seguridad jurídica.


El alto tribunal aprecia en el auto de revocación del sobreseimiento del caso una "toma de postura" y una valoración de los elementos fácticos por parte de los magistrados de la Audiencia de Zaragoza que constituyen un "pre-juicio" de los hechos.


En su sentencia, dictada en abril de 2015 y anulada por el Supremo, se relata que el acusado firmó en 2007 un acuerdo de divorcio de su primera mujer por el que ésta se quedaba con el piso de la pareja y la carga hipotecaria y él con el coche y el préstamo solicitado para pagarlo.


Según los magistrados, el acusado, como no hacía frente a las cuotas del crédito, que había avalado su suegra, simuló la venta del vehículo por 3.000 euros e ideó con su nueva compañera sentimental, con la que había tenido un hijo, un plan para evitar el embargo de su sueldo.


A tal fin, firmó con su compañera un convenio de separación con el compromiso de pagar 700 euros mensuales de su sueldo, que era de 1.400, para la manutención del hijo de ambos, aunque la investigación acreditó que la pareja seguía viviendo en el mismo inmueble.


Según el tribunal y el fiscal acusador, la mujer presentó poco después una demanda por impago de la pensión, lo que motivó el embargo de una parte de su sueldo, objetivo del plan, a juicio de los magistrados.


Un tiempo después, la entidad bancaria con la que se había acordado el préstamo para el coche instó la ejecución judicial del crédito, proceso durante el que la justicia optó por embargar las viviendas de la exsuegra del acusado y de su propia exmujer.


En el momento de iniciarse el proceso penal, la deuda acumulada con el banco por los retrasos ascendía a unos 36.000 euros.


A la vista de estos hechos, la Audiencia de Zaragoza condenó a cada uno de los miembros de la pareja a dos años de prisión por un delito de estafa, y al hombre, además, a 18 meses más por insolvencia punible y al pago de la responsabilidad civil existente.


La participación de dos de los magistrados de la sección sexta de la Audiencia en el tribunal juzgador que revocaron previamente el sobreseimiento del caso ha motivado la decisión del Supremo de anular la sentencia y ordenar la repetición del juicio.

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