"Las piedras sagradas pueden ser un magnífico revulsivo para un turismo de alta calidad"

Martín Almagro-Gorbea, anticuario perpetuo de la Real Academia de la Historia.

I coloquio internacional 'Sacra Saxa. Creencias y ritos en peñas sagradas', celebrado en el Instituto de Estudios Altoragoneses.
I coloquio internacional 'Sacra Saxa. Creencias y ritos en peñas sagradas', celebrado en el Instituto de Estudios Altoragoneses.

El historiador y arqueólogo, anticuario perpetuo de la Real Academia de la Historia, Martín Almagro-Gorbea –uno de los mayores especialistas en Protohistoria de nuestro país-, fue el encargado de abrir el I coloquio internacional ‘Sacra Saxa. Creencias y ritos en peñas sagradas’ que se ha celebrado este fin de semana en el Instituto de Estudios Altoragoneses para sensibilizar sobre la necesidad de preservar unos vestigios milenarios en torno a los cuales han surgido religiosidad popular, leyendas, ritos o mitos.


El coloquio de Huesca, que reunió a medio centenar de especialistas y a numerosos estudiosos de diversos ámbitos de las ciencias sociales, sirvió para marcar un hito en el estudio de las piedras sagradas y lanzar un mensaje a las instituciones y sociedad para protegerlas, así como articular rutas turísticas en torno a ellas que podrían fomentar el desarrollo rural.


- ¿Qué conclusiones ha dejado este encuentro?

- El coloquio internacional ha sido muy interesante ya que ha reunido a los mejores especialistas en torno a lo que hemos denominado ‘el espíritu de Huesca’. Estudiosos de campos muy distintos que nunca habíamos trabajado juntos, nos hemos puesto de acuerdo para focalizar nuestro estudio de las piedras sagradas, y así obtener mejores resultados, ya que unos complementamos el trabajo de los otros.


- ¿Es un ámbito novedoso el estudio de las piedras sagradas?

- Sí en muchos aspectos. En la arqueología no se consideraban monumentos antiguos; en la etnología se consideraba una cuestión circunstancial; en la historia de las religiones no se les valoraba. Poniéndonos todos de acuerdo nos hemos dado cuenta de que son monumentos tan interesantes como una iglesia románica o un megalito, y a veces incluso más porque son más raros. Permiten entender cómo pensaban y entendían el mundo y el cosmos los hombres primitivos, con unas tradiciones que se han conservado hasta nuestros días a través del folclore. Eso permite saber cómo pensaba y actuaba el hombre prehistórico.


- ¿Entonces, a partir de este congreso de Huesca se marca un antes y un después en el estudio las piedras sagradas?

- Evidentemente la reunión de Huesca ha marcado un hito en el estudio de estos monumentos. En estos últimos años está teniendo mucho auge. Se estudiaron en época romántica, en el siglo XIX y luego se abandonó su estudio. Ha sido en los últimos cinco años cuando se ha suscitado de nuevo su estudio, pero por libre. A partir de Huesca nos hemos puesto todos de acuerdo para trabajar conjuntamente y obtener mejores resultados.


- Es un campo multidisciplinar, al que se puede llegar desde la historia, la arqueología, la antropología, la etnografía, …

- La historia de la religiones, … y cada enfoque aporta conocimientos y sólo teniendo en cuenta todos esos conocimientos se puede entender una cosa tan difícil como el carácter sagrado de una piedra. Por qué una roca sagrada y otra no, qué virtudes tenía, que ritos tenía y qué suponía dentro del paisaje.  Hemos analizado todas esas cuestiones y también hemos descubierto el interés que tiene descubrir nuevos monumentos que son muy atractivos para realizar rutas turísticas. Son atractivos para los arqueólogos, para la gente a la que le gusta el folclore y las cuestiones populares, y para el que le gusta el medio ambiente y comprender cómo el hombre primitivo entendía el paisaje.


- ¿Qué le parecen la piedras sagradas que existen en Huesca?

- Son auténticos monumentos que parecen naturales pero son culturales. Forman parte del patrimonio espiritual de Europa y constituyen un capítulo muy importante de este tipo de monumentos, por eso nos reunimos en Huesca.


- ¿En relación con otras partes de España, que posición ocupa Huesca?

- Hay bastantes más que en otros sitios de España pero no es un tema de cantidad. Hay otros lugares que también tienen este tipo de monumentos como las áreas graníticas occidentales, desde Ávila a Portugal, pero son siempre monumentos muy raros. Porque ver en una piedra un dios, nos introduce en un campo tan atractivo y difícil como el entender cómo veía el hombre primitivo la naturaleza como paisaje animado. Las piedras, los árboles, las fuentes tenían vida propia, y eso a nosotros que hemos aprendido geología y física nos cuesta muchísimo de comprender.


- ¿Qué caracteriza a estos monumentos?

- Hay de diversos tipos: cuevas, piedras de sacrificio, piedras para propiciarse con la divinidad, … El hombre primitivo no tenían una concepción racional del mundo ni de la vida y es a través de estos elementos cuando podemos empezar a entenderlos.


- ¿En qué época podemos encuadrar estos cultos?

- Yo hablo de época pre – romana, pero es posible que algunas de estas ideas remonten hasta el Paleolítico, pero no podemos asegurarlo de entrada. Una de las principales dificultades que tenemos es cómo podemos datar las ideas que se han concretado en esos monumentos. Pertenecen al mundo indoeuropeo, de los orígenes de los celtas y de más atrás, de la cultura megalítica. Vienen del animismo que no sabemos bien cuando surge. Es posible que surja del Homo Sapiens Sapiens, cuando el hombre empieza a pensar y a tener religión.


- ¿Cómo han llegado estos ecos hasta nuestros días?

- Se han cristianizado y, salvo los aspectos que eran muy marcadamente paganos, han llegado hasta los cambios habidos a finales del siglo XX cuando se despuebla el campo y llega la televisión. Se transmitía de padres a hijos y sobre todo de abuelos a nietos; la cadena se ha roto con la llegada de la televisión. Además en la escuela se ha aprendido otra forma de entender el mundo, y estos monumentos han quedado en desuso y ahora, a pesar de su rareza y de su enorme interés, corren un enorme riesgo de desaparición.


- ¿Peligra su estado de conservación?

- Sí. Yo he estudiado el norte de Portugal y casi la mitad están en riesgo real de desaparición inmediata, porque perdido el rito ya no se sabe qué piedra era sagrada. Y si el pueblo se ha abandonado, ya nadie sabe dónde se hacían los ritos.


- ¿En la provincia de Huesca cómo se conservan?

- Los hay desde destruidos hasta otros que conservan la tradición, que son los menos. Destacaría el conjunto de piedras, que las hay muy bonitas, porque nos da una dimensión nueva para saber de donde vienen nuestras creencias y tradiciones. Yo creo que es el interés que tienen.


- Pudo conocer algunos con la visita que realizó el domingo Eugenio Monesma, gran divulgador de estas piedras sagradas. ¿Qué le parecieron?

- Al estar frente a estos monumentos realmente subyugan, y uno comprende que el hombre primitivo pensara que esas piedras tenían divinidad, y que si no le rendías culto en su entorno te podría causar perjuicio, y si se lo rendía, podría ser beneficioso.


- A un historiador y arqueólogo con su trayectoria, ¿desde cuando le interesan las piedras sagradas?

- Desde hace veinte años, pero no lo hago exclusivamente. Lo que pasa que en los últimos cuatro años me interesan más porque me he convencido de que cómo estamos perdiendo las noticias sobre estos monumentos teníamos que actuar muy rápidamente. Entramos en contacto con colegas y con el Instituto de Estudios Altoaragoneses y Ángel Gari y así surgió este coloquio del que hemos salido todos muy contentos y convencidos de que tenemos que seguir trabajando en esta línea.


- En ese sentido, ¿qué repercusiones va a tener el coloquio de Huesca?

- En primer lugar vamos a valorar y a salvar lo que se pueda de este patrimonio espiritual de Europa. Monumentos parecidos a los de Huesca aparecen en Bretaña, Irlanda, en otros sitios de Europa, siempre en áreas marginales porque las áreas desarrolladas han perdido la tradición, y hay que conservarlos como si encontráramos un manuscrito de más de 2.000 años.


- Llama la atención que este coloquio ha tenido trascendencia internacional.

- Hemos tenido comunicaciones de Colombia y distintas partes del mundo para ver cómo este fenómeno es general, pero sobre todo nos hemos dedicado a la península ibérica.


- ¿Cuándo estarán las actas publicadas?

- Espero que en un par de meses estén publicadas en Internet a disposición de todo el mundo porque trabajamos para que la gente valore estos monumentos y los disfrute. Porque pueden ser un magnífico revulsivo para un turismo de alta calidad, ya que aúnan el interés por la arqueología, el gusto por los paisajes tan bonitos donde están estas peñas y también el gusto por nuestras tradiciones populares, que es nuestra propia esencia.


- Entonces, ¿las instituciones deben de tener un papel importante en esa conservación y en potenciar su aspecto más turístico?

- Yo creo que sí. Además es una parte esencial de nuestro patrimonio porque explica cómo y porqué somos. Son monumentos muy raros y se deben valorar primero, y protegerlos después para que no se destruyan.


¿Con qué sensación se ha marchado de Huesca?

- Sobre todo me ha llamado la atención la necesidad de un estudio interdisciplinar en el plano científico, y que lo que no hagamos en cinco o diez años lo habremos perdido para siempre, porque los que conocen bien estos monumentos tienen 80 o 90 años.  La cultura popular ha cambiado en los años 60 y 70 en un cambio tan profundo que nunca hubo ni con la romanización ni con la invasión islámica. La gente del campo siempre ha vivido igual. Ha cambiado, afortunadamente, porque ahora la gente enferma ya no va a sanarse a la piedra, si no al médico. También quiero felicitar a todos los participantes que han venido desde muy lejos y al Instituto de Estudios Altoaragoneses porque tener una institución así honra a Huesca e indica que hay un gran nivel intelectual en la sociedad y un interés por su patrimonio.

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