Un pueblo dividido

Como en las últimas ocasiones, el pleno no tuvo demasiados asistentes. Pero, al igual que siempre, fue un público dividido entre los que aplauden las acusaciones de la alcaldesa a la concejal de la oposición y quienes la abuchean en esos momentos y vitorean cuando las críticas van en dirección opuesta. La coincidencia con la víspera del comienzo de la Operación Molinos (de la que hoy se cumple un año), puso la guinda al pastel. No soplaron las velas, pero la felicitación de la concejala de la oposición, Marisol Aured, por la coincidencia de la fecha levantó las primeras protestas.

"No tenías que estar aquí ya", "¡Fuera!", comenzaron a gritar los que estaban sentados en las filas del fondo, entre quienes había representantes de la Plataforma Vecinal contra la Corrupción. Los pitidos también se repitieron cuando Mariví explicó que había pedido reunirse con el vicepresidente aragonés y máximo representante del PAR, José Ángel Biel.

Mariví, que tenía guardado el estoque en la espalda (en forma de plano colgado de la pared), aprovechó la ocasión para reprochar a la edil popular que mientras ella fue concejala de Cultura y estuvo en el equipo de gobierno (ambas formaron parte de la misma lista cuando se presentaron por el CDS) colocase "30 molinos en terrenos de su familia". Pinilla dijo también que quizás el nombre con el que se ha denominado a la operación policial debería haberse dado antes, cuando en la plana se instalaron más de 400 aerogeneradores.

La edil de la oposición aseguró al abandonar la sesión que se trata de "ataques personales" y negó la acusación de la alcaldesa. "Si hubiese hecho algo indebido, estaría en la Operación Molinos -añadió Aured-. Mi familia es muy honrada".

En la calle y de boca de los asistentes al pleno opositores a Mariví pudieron escucharse también insultos como "ladrona" o "sinvergüenza" referidos a la alcaldesa.

El mutismo sigue siendo la tónica habitual en el pueblo de La Muela. Nadie quiere hablar sobre lo ocurrido en el último año y los pocos que se aventuran a decir algo lo hacen sin dar su nombre y, por supuesto, sin cámaras ni grabadoras. Las denuncias interpuestas contra algunos de los habitantes que criticaron la actuación de Pinilla cuando comenzó la investigación han contribuido más a este ambiente de silencio.

"La gente tiene miedo a las venganzas", apuntó la concejal de la oposición. El próximo sábado se celebrará una nueva concentración convocada por la plataforma con la que se quiere volver a exigir al Gobierno de Aragón que actúe y que solicite al Consejo de Ministros la disolución del Ayuntamiento de La Muela. Una circunstancia que llevó a dimitir a los dos ediles socialistas que estaban en la oposición y a que renunciaran el resto de los integrantes de la lista de la candidatura presentada.

Ocho de once concejales

Los dos últimos plenos se han celebrado con solo ocho de los once concejales que fueron elegidos en los comicios de 2007. La renuncia de los dos socialistas sumada a la de la que fue teniente de alcalde, Miriam Fajardo, dejaron tres sillones vacantes.

Durante la comparecencia a los medios de comunicación, Pinilla no quiso entrar en detalles sobre las razones que habían llevado a Fajardo a renunciar a su acta y solo dijo que, según le había explicado esta, no había podido entender que no le agradeciera el trabajo que había hecho en el Ayuntamiento.

En cuanto al siguiente de la lista del PAR, Eloy Rico, Pinilla quiso desmentir que haya sido su escolta en algún momento, ya que, dijo, que nunca ha tenido uno, y aseguró que su renuncia tenía que ver con los problemas que, al parecer, habría tenido este con algún medio de comunicación. Dijo que todavía no había podido hablar con los siguientes candidatos.