La irrupción de los nuevos partidos y sus consecuencias para la gobernabilidad del Ayuntamiento han centrado buena parte del debate en la campaña electoral en la capital turolense. Los mensajes de las formaciones de nuevo cuño -Ganar Teruel, Ciudadanos y Compromiso con Aragón- se centró en reclamar transparencia y nuevas formas de gestionar el Consistorio. Enfrente, los partidos clásicos apelaron a su historia como principal aval para pedir el voto de los electores.

El PP, que lo tendrá muy difícil para revalidad la mayoría absoluta de 2011, se ha esforzado en vender la estabilidad institucional y el saneamiento de las cuentas municipales como principales logros, mientras el PSOE -segundo partido más votado en 2011- descalifica la gestión popular con los cierres de las residencias Turia y Javalambre por la DGA como argumentos más sangrantes.

CHA y PAR han apelado a su trayectoria para hacerse hueco entre las nuevas ofertas electorales que pescan votantes en los mismos caladeros. Al panorama estatal de dos nuevos partidos -Podemos y Ciudadanos- se suma en Teruel la marca Compromiso con Aragón, nacida de una escisión del PAR en 2010. De las tres nuevas formaciones, es la que peor lo tiene para entrar en el Ayuntamiento. Lo intentó por primera vez en 2011, sin éxito. Más opciones tienen Ganar y Ciudadanos, que ya acarician sus primeras concejalías en el Consistorio y que aspiran a aglutinar equipos de gobierno que acaben con el monopolio del poder por PP, PSOE y PAR. Los vientos estatales soplan a su favor.

El alcalde y candidato a la reelección por el PP, Manuel Blasco, destacó ayer la "limpieza" de la campaña popular, centrada en la reducción del endeudamiento municipal y el desarrollo turístico. Añadió que "cada día" ha trasladado una propuesta a los ciudadanos, una actitud que ha tenido como respuesta "una descalificación de los mismos de siempre" -en una velada alusión al PSOE-. Asegura que, tras una legislatura de sequía inversora por la elevada deuda consistorial, la batería de proyectos de su programa es realista, aunque admite que algunos de ellos quedarán para futuras corporaciones.

El cabeza de lista del PSOE, José Ramón Morro, muy beligerante con la gestión del PP. Consideró que ni el PP ni el propio Blasco "tienen derecho" a pedir el voto de los turolenses, porque han "abandonado" a la ciudad y a sus habitantes. Argumentó su crítica con los "mil desempleados más que hay en la ciudad respecto a 2011 o los más de mil jóvenes que se han tenido que marchar a trabajar fuera". En la vertiente constructiva de su discurso electoral, resaltó que su programa se basa en lo que los vecinos de los distintos barrios han demandado. En concreto, esgrime el proyecto de dos ascensores para conectar San León con el centro urbano, la idea "de más éxito de todas las planteadas en la campaña", según su diagnóstico.

El alcaldable de CHA, Paco Martín, apeló a la memoria de los turolenses para seguir en el Ayuntamiento, un reto difícil ante la competencia de Ganar Teruel, que se abre camino en el mismo espectro electoral. Martín recordó a los votantes que su partido lleva "desde 1991 en el Ayuntamiento trabajando por la ciudad". El candidato nacionalista señaló que el bagaje acumulado en 24 años de presencia consistorial es el mejor "aval" ante el electorado.

La candidata a alcaldesa por Ganar Teruel -coalición de IU y Los Verdes-, Anabel Gimeno, consideró que los 15 días de campaña han servido para "dar a conocer un proyecto nuevo de ciudad". Su prioridad es acabar con una forma de gobernar que ha favorecido "los intereses de una minoría". Se fija como meta para el 24-M ser "opción de gobierno". Aseguró que la sopa de legras de la que emerge su candidatura -además de IU y Los Verdes, cuenta con el apoyo de Podemos y de independientes- no enturbia la solvencia del proyecto, encarnado por un "equipo sólido e integrado". Aclaró las dudas sentenciando que los partidos vinculados a Ganar "van juntos en el ámbito local y separados en el autonómico". Abogó, no obstante, por una creciente integración "en todos los ámbitos" de los partidos de izquierda.

El alcaldable del PAR al Ayuntamiento, Julio Esteban, defendió la competencia de su candidatura, que "aúna experiencia y juventud". Explicó que su trabajo de campaña se ha basado en la cercanía, "pidiendo el voto puerta a puerta". Se lamentó de que "otras formaciones consiguen más rentabilidad con menos esfuerzo". Esteban cuestionó la implicación de Blasco con la gestión municipal y apuntó la posibilidad de que no termine la próxima legislatura por tener las miras puestas en las Cortes Generales. Su objetivo es "recuperar la responsabilidad" que el PAR tuvo en el Ayuntamiento. Lejos quedan los 4 concejales que perdió en 2011 para quedarse con solo uno los últimos cuatro años.

La emergente Ciudadanos, ha desarrollado una campaña modesta y sin grandes actos públicos. Su alcaldable, el abogado Rodrigo Gómez, afirmó, no obstante, que "con los pocos recursos disponibles y con trabajo e ilusión" han conseguido trasladar su programa regenerador al ciudadano turolense. Las mesas informativas a pie de calle han sido su principal -y casi único- medio propagandístico. Gómez señaló que su prioridad ha sido informar sobre proyectos e ideas, "y dejar de lado los ataques que han llegado de otros partidos".

Fernando Tomás, que encabeza por segunda vez consecutiva la lista de Compromiso con Teruel, está convencido de que las nuevas formaciones -entre las que se ubica- darán "la sorpresa y serán un revulsivo para el Ayuntamiento". A su juicio, los partidos clásicos tendrán "menos votos" que en 2011 y los nuevos crecerán. Afirmó que las sensaciones que ha recogido durante la campaña le hacen pensar que Compromiso puede entrar en el Ayuntamiento con uno o dos concejales.

La campaña, sin estridencias, se cerró sin grandes eventos. Por la ciudad no ha pasado en los 15 días de carrera electoral ningún primer espada nacional y los candidatos se han tenido que conformar con el apoyo de sus jefes de filas regionales.