ACTO EN ZARAGOZA

El senador y fundador del PAR, José María Mur, lidera el homenaje a Ferrer

Unas 200 personas arropan en Zaragoza al ex alcalde de Teruel, que negó ser un tránsfuga y lanzó duras críticas a la dirección del PAR.

Vista general del salón donde se celebró el acto.
El senador y fundador del PAR, José María Mur, lidera el homenaje a Ferrer
JOSé M. MARCO

Había cierta expectación por conocer si ayer Miguel Ferrer iba a proponer algún tipo de alternativa concreta para las próximas elecciones municipales y autonómicas, tras darse de baja en el PAR y dimitir como alcalde de Teruel, aunque mantiene sus actas de concejal y de diputado en las Cortes de Aragón. Lo más cerca que estuvo de esa posibilidad fue al señalar, en presencia del senador autonómico y uno de los fundadores del PAR, José María Mur, que cuando pase el tiempo y "nos serenemos un pocos más, hablaremos de futuro". Ferrer hizo un alegato "a la libertad que nos hemos ganado dando este paso -dimitir y darse de baja, junto con 38 cargos públicos y orgánicos del partido-, para decidir lo que más nos atraiga e ilusione a nuestra forma de ser de centro. Y si decidimos irnos a casa, lo haremos con la cabeza alta".


Pese a que estaba en el ambiente tras las especulaciones abiertas por los intentos de un grupo de ex militantes aragonesistas de aglutinar en torno a 'La Voz Independiente de Aragón', un partido de reciente creación que está organizando entre otros Lorenzo Pastor, ex dirigente del Rolde Choben (las juventudes del PAR), Miguel Ferrer negó vinculaciones de cualquier tipo y mucho más que éstas fueran desencadenantes de su decisión y de la de los 38 cargos que le secundaron (la mayoría estuvieron ayer presentes en la cena coloquio para unos y homenaje para otros). Pero, las dudas quedan y siguen flotando en el ambiente. Y todo, ante el silencio de Mur, al que hoy le van a pedir explicaciones en la dirección del partido.


Tanto, que no es una casualidad que el acto tuviera lugar un día antes del comité nacional del PAR, o que el maestro de ceremonias fuera el doctor Carlos Valcarreres (un histórico que dejó el partido hace más de un año por discrepancias con la política sanitaria, en concreto por lo que afectaba directamente al hospital provincial de Zaragoza). Ni que en la mesa presidencial estuvieran el senador y fundador del PAR, José María Mur, y el ex presidente de la CREA Julián López Babier, dos de los dirigentes que tuvieron un papel destacado en 1999 para que PSOE y PAR alcanzaran un acuerdo de coalición que va a cumplir tres legislaturas.


Como tampoco es casualidad la presencia de un grupo de jóvenes cercanos al Rolde Choben, ni de ex diputadas y dirigentes como la oscense Kiti Aulló, ni de determinados empresarios y ex militantes del entorno metropolitano de Zaragoza. Ferrer ya vino arropado por los suyos de Teruel, entre ellos su sobrina que renunció de forma anticipada al acta de concejal, por lo que no tuvo nada que ver con la abstención del PAR para no apoyar a la socialista Lucía Gómez, como por error se publicó ayer en este periódico.


Pero ni de su provincia ni de las otras hubo presencia de peso y efectiva de cargos públicos y orgánicos, salvo José María Mur. Es decir, que hubo ausentes y renuncias de última hora (en torno a veinticinco personas) para no salir en la foto y por eso de que muchos se juegan ir en las listas o acceder a cargos de todo tipo.


Aún así, hoy iremos viendo cómo le ha sentado al líder del PAR, José Ángel Biel, y también a su número dos, Alfredo Boné, que les echen un pulso tan claro y tan directo. Ambos fueron nombrados en los discursos por activa y por pasiva. Es más. Miguel Ferrer, muy preocupado por quitarse la etiqueta de tránsfuga y muy molesta por las críticas y ataques que ha recibido en los medios y en la mayoría del arco político, dijo textualmente que los tránsfugas fueron los tres concejales del PAR que se abstuvieron para permitir que la alcaldía fuera a parar a manos de Manuel Blasco (PP), porque él apoyó a Lucía Gómez.


En esa línea, culpó directamente a Biel, de "que nos hemos visto obligados a darnos de baja por insalvables diferencias de criterios con la dirección y por comportamientos que no favorecen el progreso de Aragón, ni a los municipios que representamos. No nos hemos ido a otro partido, pero no queremos seguir en uno en el que no se convocan reuniones de la ejecutiva por miedo a la critica y que no realiza su congreso aunque lo marquen los estatutos. No se discuten ideas, se discuten personas y cargos".


Además, Ferrer aseguró, entre aplausos, que "si te consideran crítico, el alcalde de turno no recibe ni agua, ni subvenciones ni apoyos". Y terminó la intervención dejando caer que está abierto a volver a un PAR "distinto".