PATRIMONIO

¿Dónde está el sepulcro de doña Petronila?

Los restos de quien fue reina de Aragón entre 1157 y 1164 están en la seo de Barcelona. Quizá en el sarcófago de Almodis, mujer de Ramón Berenguer I.

¿Dónde está el sepulcro de doña Petronila?
¿Dónde está el sepulcro de doña Petronila?

Durante décadas, los historiadores han dado por sentado que doña Petronila, la hija de Ramiro II el Monje que fue reina de Aragón y, casada con Ramón Berenguer IV, condesa de Barcelona, estaba enterrada en la catedral de Santa Eulalia. Lógico, no en vano así lo dejó previsto en su testamento. Pero, ¿dónde? Siendo un personaje de la máxima dignidad, lo lógico es suponer que su última morada debía ubicarse en un lugar preeminente y fácilmente reconocible. Pero no es así. ¿Dónde está el sepulcro de doña Petronila?

Resulta curioso que los historiadores aragoneses sigan manteniendo esa idea genérica de la sepultura de doña Petronila, y que la hipótesis más documentada acerca de la situación de sus restos haya llegado desde Cataluña. Juan Bassegoda ll, arquitecto de la catedral de Barcelona y antiguo profesor de la Real Cátedra Gaudí, publicó en marzo de 2001 un documentado artículo en 'Aragón turístico y monumental', donde aporta bastante luz sobre el asunto.

En el artículo de la publicación del SIPA (Sindicato de Iniciativa y Propaganda de Aragón), Bassegoda venía a demostrar que los restos de doña Petronila se encuentran en realidad en... el sepulcro de la condesa Almodis. Para llegar a esa conclusión se basaba, primero, en que no existe documentación fehaciente que establezca que realmente Almodis esté donde se dice; y, segundo, en la documentación histórica.

En la catedral de Barcelona pueden verse, entre el transepto y la capilla de los Santos Inocentes, dos sepulcros de piedra en los que se conservan restos de miembros de la familia real que fueron trasladados allí en 1852 desde el convento de San Francisco (Alfonso el Liberal, Jaime I de Urgel, Constanza de Sicilia, Leonor de Aragón...). Su atribución no admite dudas.

Sí cuestiona Bassegoda, en cambio, quién descansa realmente en los sepulcros que se ubican junto a la sacristía, en posición elevada en la pared, y sobre un fondo de pinturas de 1545 ejecutadas por el artista portugués Enrique Ferrandis o Fernandes, y que tradicionalmente se han atribuido a Ramón Berenguer I, conde de Barcelona, y a Almodis de la Marca, su mujer.

Documentos antiguos

El arquitecto basa sus afirmaciones en tres manuscritos de la Biblioteca de Cataluña, en el testamento de Jaime II de Aragón y en el hecho de que la atribución de los sarcófagos a Ramón Berenguer I y Almodis "no se produjo hasta que Francisco Tarafa (antiguo archivero de la catedral) pensó que debían ser las tumbas de los condes de Barcelona que asistieron a la consagración románica en 1058, por simple suposición, ya que no hay documento alguno que lo certifique". Y a Francisco Tarafa ya se le han 'pillado' varias fabulaciones históricas.

El caso es que el artículo de Bassegoda, al fin y al cabo arquitecto de la catedral, no ha conseguido que ninguna institución, incluidas las aragonesas, se haya preocupado por constatar el error. Sí lo ha hecho el investigador Chesús Giménez Arbués.

"Tras salir publicado el artículo me puse en contacto telefónico con el arquitecto -asegura- y me comentó que querían restaurar la estructura pictórica decorativa que sirve de fondo a las 'tumbas condales', una de las cuales es la de la reina Petronila, y que su idea era 'desfacer el entuerto' existente con esta reina, pero hasta la fecha no han hecho nada. Siempre que voy a Barcelona compruebo a ver si ha habido algún cambio y todo sigue igual: hay unos letreros en catalán que siguen la falsa afirmación de un historiador del siglo XVI. Pero la urna más próxima al arco de salida al claustro contiene los restos de doña Petronila, no los de la condesa Almodis. Esta cuestión se dilucidaría con el estudio del ADN de esos restos y comparándolos con los de Ramiro II el Monje, padre de nuestra reina".

Pero no parece que ese estudio se vaya a hacer en breve plazo. Según asegura José María Martín Bonet, canónigo y delegado de Patrimonio Cultural del arzobispado de Barcelona, "Bassegoda quería que se hicieran los estudios de ADN, pero los canónigos hemos dicho que no, que es mejor dejar los restos tranquilos donde y como están. Con el tiempo no digo que no se autoricen, pero de momento no. Si accediéramos a todas las peticiones de este tipo que nos hacen, estaríamos todos los días mirando los huesos. Y nuestra labor es otra".

"Hacen falta más pruebas"

José María Martín Bonet acaba de publicar hace unos días el libro 'Historia e historias de la catedral de Barcelona', donde recoge la tesis de Bassegoda pero como una más, sin apoyarla.

"La suya es una idea que se puede discutir -subraya-. Deduce que hubo una equivocación, pero también él se puede equivocar. Yo la he incluido en el libro, pero hacen falta más pruebas para pensar que doña Petronila está allí".

Pero, como no se autorizan esos estudios, nunca se saldrá de la duda. Y, así, los restos de doña Petronila, reina de Aragón y condesa de Barcelona, seguirán sin el reconocimiento que merecen.