CELEBRACIONES

"Costa sería hoy un defensor de la globalización"

El sociólogo e historiador Cristóbal Gómez Benito ha sido nombrado comisario de la conmemoración del centenario de la muerte de Joaquín Costa. ¿El objetivo -señala- es rescatar, reivindicar y justificar la dimensión española¿ de este personaje aragonés.

Cristóbal Gómez Benito, en su domicilio
"Costa sería hoy un defensor de la globalización"
ENRIQUE CIDONCHA

"El principal problema que tiene Costa actualmente es que se trata de un pensador más conocido que leído y, desde ese punto de vista, es un personaje bastante olvidado. En Aragón no tanto, pero se ha convertido en una especie de tótem. Y a los tótem se les venera pero no se les estudia ni se les lee”. Cristóbal Gómez Benito (Madrid, 1948), ha dedicado buena parte de su vida a estudiar la obra y el pensamiento de Joaquín Costa. Y va a seguir haciéndolo.


La conmemoración del centenario de la muerte de Joaquín Costa ya ha entrado en la cuenta atrás. Si el pasado día 8 de febrero, cuando se cumplía el aniversario número 99, se constituyó formalmente la comisión encargada de organizar las actividades, ahora la conmemoración tiene ya una cabeza visible. El Gobierno de Aragón ha nombrado a Cristobal Gómez Benito comisario del centenario de Costa, y este profesor de Sociología Rural y Ecología Humana de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en Madrid asume el nombramiento, como no podía ser menos, como un apasionante reto.


“El centenario me lo planteo con un objetivo claro: rescatar, reivindicar y justificar la dimensión española de Costa. Porque fue un punto de referencia en la España de su época, como no lo fue ningún otro político e intelectual. Yo creo que incluso ni antes ni después. Unamuno y Ortega no fueron en sus respectivas épocas lo que Costa en la suya”.


Pero el centenario no olvidará lo local. “Resaltará también que es la figura más importante del Aragón contemporáneo, un hombre muy comprometido con Aragón –subraya Gómez Benito-. Costa es el símbolo por excelencia de quien sabe enlazar los problemas de su región con un destino común, España. Y ese es uno de sus mensajes. Porque tenía posiciones federalistas, pero no a costa de la disminución del denominador común de los distintos pueblos de España. No fue un pensador por y para Aragón, sino por y para España”.


Para Gómez Benito, “no se trata de un centenario más”. “Independientemente de que uno se identifique más o menos con su pensamiento –añade-, Costa es muy especial. Creo que Aragón tiene que hacer un esfuerzo y estudiarlo más; resaltar lo que tiene de originalidad y modernidad. No es un autor muerto, pero sí es un autor silenciado. Si hubiera sido francés hubiera tenido muchísima más repercusión internacional”.

Los escenarios

El centenario tendrá tres tipos de escenarios: local, regional y nacional. Y, aunque todavía es pronto para concretar las actividades, contará con congresos, encuentros y jornadas, se editarán las obras de Costa menos conocidas o las agotadas, se rodará un documental, se prepararán algunas actividades para escolares, se organizará una exposición…


“Mi objetivo, de aquí a mayo, es elaborar un programa amplio y variado de actividades. Algunas de ellas se autofinanciarán, para otras habrá que buscar financiación. El programa tiene que aprobarlo el Gobierno de Aragón y, posteriormente, se dará a conocer. Pero sí se puede adelantar que no va a ser un centenario que se centre en el 8 de febrero de 2011, sino que va a ir muchísimo más allá”.


La celebración, también, buscará disolver algunos de los tópicos en torno al polígrafo aragonés. “Ni fue autodidacta ni carecía de un sistema coherente de pensamiento -apunta Gómez Benito-. Hay que acabar con algunos de los tópicos más extendidos y poner el acento en la vigencia de su pensamiento. En su último libro, que dejó sin terminar, se preguntaba por qué España no tiene condiciones para ser una nación moderna.


Él se preocupaba mucho de las condiciones materiales de la gente, creía que ‘quien controla las llaves de los estómagos controla las llaves de las conciencias’. Su diagnóstico sobre el país sigue vigente hoy. Hoy sería un defensor de la globalización, pero siempre que garantizara y protegiera a los más débiles: los pequeños campesinos y las masas jornaleras”.