SALUD

Comer patatas, lácteos y fibra ayuda a prevenir problemas del corazón

Un estudio llevado a cabo entre 400 aragoneses durante 15 años demuestra que ingerir carne grasa y bollería aumenta el riesgo cardiovascular.

Comer patatas, lácteos y fibra ayuda  a prevenir problemas del corazón
Comer patatas, lácteos y fibra ayuda a prevenir problemas del corazón
ESTHER CASAS

¿Lo que comemos puede afectar seriamente a nuestra salud y, especialmente a la de nuestro corazón? Más de lo que se piensa en un principio. Unos alimentos protegen más nuestro organismo que otros. Ingerir más fibra, patatas o lácteos pueden ayudar a prevenir problemas del corazón. Así lo revela un estudio que ha analizado durante 15 años la relación de la dieta con el riesgo cardiovascular de 400 aragoneses de diferentes centros de salud de la Comunidad, con edades comprendidas entre los 5 y 59 años. Aunque la recogida de datos terminó en 2005, el análisis de los resultados ha sido laborioso y no se conoció hasta finales del año pasado.

El informe se ha desarrollado íntegramente en el ámbito de la Atención Primaria y han participado los centros de salud de Teruel urbano, Alcañiz, Calatayud Norte y Actur Sur de Zaragoza. Médicos, enfermeras y residentes han colaborado en la recogida de datos, que han comprendido diferentes aspectos, desde el peso, talla o índice de masa corporal de los pacientes hasta sus hábitos de vida y consumo de alimentos. El estudio forma parte de otro a nivel nacional (estudio de dieta y riesgo cardiovascular en España -Drece-), con una población de muestreo de 4.700 individuos.

La encargada de coordinar el estudio en Aragón ha sido la doctora Elena Melús, que pertenece a la Unidad de Investigación de Atención Primaria, que dirige Rosa Magallón, y las conclusiones se presentaron en su tesis doctoral en noviembre de 2009. Si hay aspectos que pueden llegar a ser evidentes o en cierto modo entendibles como el hecho de que los factores de riesgo cardiovascular -hipertensión, colesterol y diabetes- incrementan conforme aumenta la edad, hay otros más llamativos y novedosos que relacionan los problemas del corazón con los hábitos de vida o la alimentación.

Con los datos que el estudio desprende se ha constatado que las personas que han ingerido más cantidad de bollería y carnes grasas tienen más riesgo cardiovascular que las que han consumido otros tipos de alimentos como fibras, patatas y lácteos. "Un hecho que hemos comprobado con el paso de los años es que las personas dejan de comer hidratos de carbono, que se encuentran por ejemplo en las patatas, porque piensan que van mal y que pueden engordar. Sin embargo, es un error. A largo plazo, resultan saludables", precisó la doctora Melús. Por edades, queda también demostrado que los consumidores más habituales de los alimentos 'más perjudiciales' son los menores de 18 años, que además ingieren más cantidades de azúcar.

Aunque se ha observado que la dieta mediterránea apenas ha cambiado en los quince años del estudio, ha quedado patente que se están perdiendo algunos hábitos de consumo que ayudan, y mucho, a mantenerse más saludable. "No solo es lo que comemos, sino cómo lo comemos. El comer despacio, en torno a la mesa familiar, comer platos de 'cuchara' elaborados lentamente y con ingredientes naturales son algunas de las costumbres que se están perdiendo", analizó Melús, que recordó la importancia de, por ejemplo, seguir cocinando con los ingredientes de nuestras abuelas, como el aceite de oliva virgen, el ajo o el perejil, y advirtió del temido sedentarismo que tan arraigado está en la sociedad.

"Cada vez las actividades son más sedentarias: trabajos con el ordenador, videojuegos, ir en coche a todas las partes...", recalcó. Este hecho ha podido influir "decisivamente" en el aumento de la obesidad y sobrepeso de la población aragonesa que ha formado parte de este estudio a lo largo de quince años.

Pero el trabajo también ha roto con otro de los mitos ampliamente extendido y que ha traído de cabeza a más de uno. ¿Los frutos secos engordan? Consumidos con moderación pueden incluso ayudar a controlar el aumento de peso (son saciantes, saludables y contienen antioxidantes). Por ello, Melús recomienda el consumo habitual de este producto, especialmente, en niños.