El Departamento de Medio Ambiente de la DGA va a crear una figura de protección específica para los humedales más emblemáticos de Aragón. La Dirección General de Desarrollo Sostenible y Biodiversidad prepara un decreto que, además de establecer un inventario autonómico de humedales singulares, prohibirá todos los usos y actividades que pongan en peligro la conservación de estos ecosistemas de especial valor ambiental.

Aunque posteriormente podrán ir añadiéndose otros, el registro se pondrá en marcha con casi 200 enclaves: 155 ibones pirenaicos, 11 lagunas de agua dulce, 18 lagunas de agua salada, 6 estanques artificiales y 2 turberas -tierras pantanosas cubiertas de materia vegetal descompuesta-.

Muchos de esos parajes están incluidos en alguna de las figuras de protección ya existentes -parques nacionales, reservas y parques naturales, LIC, ZEPA?-, lo que supone una garantía de conservación. No obstante, el Departamento reconoce que en la comunidad sigue habiendo "una gran cantidad" de humedales representativos que no gozan de ningún tipo de protección.

Pendiente desde 2004

Para acabar con esta situación, y atendiendo a lo dispuesto en la Ley 8/2004 de Medidas Urgentes en Materia de Medio Ambiente, la Consejería que dirige Alfredo Boné ha elaborado un borrador de decreto que ha sido sometido a información pública y que creará el inventario de humedales singulares de aragón, un registro público de carácter administrativo.

El decreto también regulará los mecanismos para ir ampliando ese inventario con nuevas incorporaciones, proceso que dependerá de Medio Ambiente aunque sea a propuesta de otros organismos y administraciones.

Esa catalogación de los humedales más importantes de Aragón irá acompañada de un régimen de protección para los parajes inventariados. Además de ser preservados de cualquier degradación, Medio Ambiente contempla la posibilidad de que la inclusión de un humedal en el registro autonómico conlleve el establecimiento de un perímetro de protección.

Con carácter general, se permitirán los usos compatibles con la preservación de estos ecosistemas, y también las visitas didácticas o científicas. Por el contrario, el borrador de decreto enumera hasta 14 actividades que estarán prohibidas en los humedales singulares y en su perímetro de protección: vertidos, destrucción de vegetación, recolección de plantas, captura o suelta de animales, el uso de plaguicidas y de otro tipo de productos químicos, la emisión de ruidos...

No obstante, Medio Ambiente prevé la posibilidad de solicitar al Inaga una autorización especial para desarrollar alguno de estos usos prohibidos cuando sean necesarios por razones educativas, científicas, culturales o de protección del paraje en cuestión.