SALUD

Aragón lidera un proyecto para tratar la depresión a través de internet

A lo largo de 2011 se diseñará el sistema informático. Podrían beneficiarse de este tratamiento hasta 10.000 aragoneses.

Las nuevas tecnologías están cada vez más al servicio de la gente, incluso de las personas con algún tipo de enfermedad. Aragón coordina un proyecto para tratar depresiones leves y moderadas a través del ordenador. En otros lugares, como Gran Bretaña, Suecia o Holanda, la experiencia ha sido un éxito. De momento, se está trabajando en el diseño del sistema informático, aunque podrían hacerse las primeras pruebas en pacientes antes de que acabe 2011. Las previsiones iniciales es que podrían beneficiarse al año de este sistema casi 10.000 aragoneses.


El Ministerio de Sanidad ha otorgado un fondo de 250.000 euros al hospital Miguel Servet y a la Universidad de Zaragoza para poner en marcha este proyecto, en el que también participan otras comunidades, como Cataluña, Baleares y Andalucía (aunque Aragón lo lidera y se encarga de coordinarlo).


¿Cómo funcionaría este programa? La aplicación en otros países ha sido muy sencilla. El médico de Atención Primaria es quien tiene el primer contacto con el paciente y le diagnostica el tipo de depresión que padece. Así, además del tratamiento farmacológico que pueda necesitar, le ofrece la posibilidad de participar en sesiones gratuitas de terapia por ordenador.


Se le facilita una clave con la que se garantiza el total anonimato. El tratamiento podría constar de 10 sesiones semanales, de entre 30 y 45 minutos (se le impide hacer dos seguidas). Incluso el propio sistema le manda unas 'tareas' o 'deberes' para hacer en casa y así facilitar su recuperación. Si el paciente tiene alguna duda sobre el tratamiento, cuenta con la posibilidad de preguntar vía mail a un psicoterapeuta (siempre habría alguien pendiente del programa).


El sistema contaría con protocolos que motiven al paciente a participar y no abandonar el tratamiento. De hecho, mandaría sms o mails recordándole sus citas o si han pasado más de 10 días desde su última sesión. Además, el programa contaría con herramientas para detectar si la depresión ha evolucionado. «Se ha demostrado que es tan eficaz como la terapia real», concretó Javier García Campayo, psiquiatra y uno de los coordinadores del proyecto (también han colaborado Rosa Magallón, Barbara Oliván y Yolanda López).


Una de las ventajas es que el paciente no tiene que pasar necesariamente por la consulta, por lo que las listas de espera en Psiquiatría, tanto en Atención Primaria como en salud mental, se descongestionarían considerablemente. En estos momentos, hay una demora de entre seis meses y un año.


Según explicó García Campayo, el trabajo más laborioso es conseguir un sistema informático lo más exacto, preciso y adecuado. «La idea es que haga la misma terapia que un psicoterapeuta. Incluso manda 'deberes'», señaló.


Debido a su complejidad, el 'planning' para el desarrollo de este proyecto es bastante extenso. Durante 2011, se diseñará el software y se elaborará una encuesta cualitativa (la primera que se hace en España). «Nos interesa saber si la gente aceptaría este tipo de tratamiento», comentó. El año que viene se harán más pruebas en pacientes, y se espera en el 2013 tenerlo desarrollado por completo.