Belinda Gallardo: "Hay animales que parecen peluches y son depredadores"

Investigadora del Instituto Pirenaico de Ecología, es una de las mayores expertas de España en especies invasoras y cambio climático. Acaba de publicar un análisis sobre su impacto en los servicios ecosistémicos en Europa. Coordina el Grupo de Investigación en Restauración Ecológica

Belinda Gallardo, fotografiada esta semana en la ribera del Ebro.
Belinda Gallardo, fotografiada esta semana en la ribera del Ebro.
Toni Galán

¿Cuándo comenzó a prestar atención a la naturaleza? ¿Veía de pequeña a Félix de la Fuente?

Por supuesto. Soy del 82, la generación de Naranjito. También cantaba la canción que le dedicó Enrique y Ana. Me crié en Soria, trepando rocas y árboles sin que me dijeran que me iba a caer. En los 80 a los niños nos daban mucha libertad, nuestras rodillas son prueba de ello. El Pinarcillo, Valonsadero, el embalse de la cuerda del Pozo y el cañón del río Lobos marcaron mi infancia. Cuando a los 17 visité Ordesa por primera vez, me quedé perpleja, y tuve claro que yo quería vivir y trabajar en un lugar así. Así que me fui a estudiar Ciencias Ambientales. Fui la primera en la familia en ir a la Universidad, todavía no me creo que les pareciera bien.

Las avispas asiáticas asustan, pero los visones americanos parecen peluches inofensivos...

Cierto. Hay toda una línea de investigación dedicada a estudiar cómo el carisma de las especies invasoras afecta a su gestión. El visón americano aquí nos gusta mucho, pero en Islandia le tienen un odio atroz porque en la isla es un depredador voraz que acaba con los frailecillos, la gente mayor los considera vampiros. Otros ejemplos de ‘peluchismo’ incluyen los mapaches, la ardilla gris y la zarigüeya. Son animales que depredan a otras especies nativas menos carismáticas, así que no te fíes de su aspecto inofensivo.

Del mejillón cebra se ha hablado mucho, pero ¿cuáles son las mayores amenazas en Aragón?

Destacaría el mosquito tigre por sus picaduras, el visón americano porque es una máquina de matar fauna autóctona, la almeja asiática porque le ha dado la puntilla a la margaritona y el hongo quítrido porque es responsable del declive de anfibios en todo el mundo. Pero tenemos muchas más: la trucha arcoiris, rata negra, agave, ailanto, hierba de la Pampa, coipu, cotorra argentina, siluro, chumberas, alburno, vinagrera, cangrejo americano, pez gato, polilla del boj, hormiga argentina... ¿Sigo?

No, no, deme una tregua. Veo que cita incluso plantas acuáticas.

Su impacto es muy difícil de controlar: la UME tuvo que sacar en el Guadiana 80.000 toneladas de jacinto de agua para asegurar el abastecimiento. Las plantas acuáticas afectan a la depuración del agua y son un criadero de larvas de moscas y mosquitos.

¿Así es como afectan a la salud o al ocio humano?

Los mosquitos y garrapatas son vectores de enfermedades (dengue, fiebre amarilla, zika...) y cada vez llegan más al norte gracias a las altas temperaturas. Los mamíferos invasores son hospedadores de males que pueden saltar al ser humano: el mapache americano transmite un parásito que nunca antes se había detectado en Europa y el visón americano fue un hospedador de la covid. Muchas plantas generan alergias, dermatitis o irritaciones cuando se practican deportes acuáticos.

Vaya panorama. ¿Qué puede hacer para contrarrestar su efecto?

Prevenir antes que curar porque una vez establecidas las especies invasoras son muy difíciles de erradicar. Lo más barato es evitar que lleguen y esto pasa por la legislación, el control de fronteras, la bioseguridad y la concienciación social. Cuando vayas al vivero, asegúrate de comprar especies nativas adaptadas al clima. Lo mismo con los animales: si te gustan las tortugas, el camaleón o las serpientes, pues mejor vete al Acuario que tiene una colección estupenda. Y si te quieres deshacer de tu mascota, llama al servicio del Gobierno de Aragón, nunca liberes al animal en el río.

¿Por qué ha crecido la amenaza en los últimos años?

El cambio climático y la globalización abren nuevas rutas de invasión. Hay muchos ejemplos: bajo condiciones de mayor calor disminuye la eficacia de los herbicidas, el deshielo reduce los tiempos de viaje a través del Polo Norte, los grandes buques de carga, además de traer lo que compramos en AliExpress llevan miles de especies adheridas al casco... Por eso ahora están obligados a aplicar pinturas anti-incrustrantes y a cambiar el agua de lastre en alta mar en lugar del puerto de llegada. 

¿Qué me dice del turismo?

El turismo también está aumentando muchísimo, y aunque no voy a ser yo la que recomiende quedarse en casa, en zonas especialmente sensibles como islas o parques nacionales, deberían aplicarse medidas de bioseguridad estricta. Algo tan sencillo como limpiarse el barro de las botas antes de entrar a un parque, puede ahorrar muchos disgustos en el futuro.

¿Es optimista de cara al futuro?

Lo soy. Creo que tenemos una buena base legal en Europa y en España. Si conseguimos aprobar la ley de Restauración de la Naturaleza, se abrirán muchas oportunidades de recuperar espacios naturales invadidos. Cuando miro hacia atrás, veo un cambio de concienciación, aunque todavía nos queda mucho trabajo por delante. Pico y pala.

El concepto ‘restauración’ suele aplicarse más a lo artístico que a lo ecológico’...

Si lo piensas bien, nuestros ecosistemas son obras de arte que llevan modelándose millones de años hasta que hemos venido a estropearlas, de modo que necesitamos a nuestros mejores restauradores para recuperar no tanto su belleza, sino su funcionalidad. Sin un medioambiente sano, no tenemos agua, ni aire limpio, ni protección ante las enfermedades, ni donde hacer una excursión el domingo. Mi compañero José Manuel Nicolau, presidente del Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón, utiliza otro símil que me gusta mucho: dice que los ecólogos somos los médicos de los ecosistemas, diagnosticamos sus achaques y recetamos remedios, mientras que los que se dedican a la restauración ecológica les toca ejercer de cirujanos cuando mandamos a un ecosistema a la UVI.

¿Qué le da más miedo Godzilla o una polilla del boj?

Me da miedo el mosquito tigre porque lo veo por el rabillo del ojo acechando y, cuando me doy la vuelta, ¡zas! ¡Ya me ha picado!

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión