Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Ciencia abierta: Sarga y el ITA participan en un proyecto europeo para compartir datos con garantías

El proyecto Titan desarrollará una plataforma única que facilitará la colaboración confidencial para mejorar la transferencia investigación-empresa.

Uno de los casos de uso del proyecto Titan se centra en datos de IA en el sector agrario.
Uno de los casos de uso del proyecto Titan se centra en datos de IA en el sector agrario.
Laura Uranga

Compartir los datos que son fruto de la investigación financiada con fondos públicos para generar conocimiento ‘útil’ es esencial para la Comisión Europea. Pero no lo son menos la seguridad y la preservación de la privacidad. El proyecto Titan, en el que participan Sarga y el ITA, desarrollará una plataforma única que facilitará la colaboración confidencial y el tratamiento de datos con total privacidad.

Vivimos en el mundo de los datos, persiguiendo sacarles el máximo provecho. Pero al mismo tiempo que trabajamos con ellos y extraemos su valor, debe garantizarse su privacidad. La European Open Science Cloud (EOSC) es una asociación promovida desde la Comisión Europea con el objetivo de promover el acceso y la reutilización de los datos de investigación que surgen de la investigación financiada con fondos públicos. "La idea es tener los datos y recursos de investigación en una plataforma única. Con el objetivo de mejorar la eficiencia de la transferencia investigación-empresa", explica Teresa Gaspar, técnica del departamento de Proyectos Internacionales en el Instituto Tecnológico de Aragón (ITA).

Para mejorar el marco de interoperabilidad del ecosistema EOSC, acaba de ponerse en marcha el proyecto Titan, financiado por el programa Horizonte Europa de la Unión Europea, gracias a cual se desarrollará una plataforma de ‘software’ de código abierto que permita la colaboración confidencial y el tratamiento de datos con preservación de la privacidad.

Esta plataforma, indica Rafael del Hoyo, responsable de la línea de investigación de Inteligencia Artificial, Sistemas cognitivos y Big Data y responsable del proyecto Titan en el ITA, lleva muchos años en marcha, "pero es ahora cuando se quiere potenciar desde la Comisión Europea para la generación de conocimiento ‘útil’". En definitiva, "se quiere que la investigación que se genere en Europa permita tener un retorno económico a través de las empresas de Europa". Francisco José Lacueva, técnico de la línea de Inteligencia Artificial, Sistemas Cognitivos y Big Data, apunta que "Europa busca optimizar y mejorar el retorno económico en la inversión que hace en investigación en Europa. Haciendo posible que lo que la Comisión invierte en innovación e investigación llegue de una forma más ágil a todas las empresas europeas".

Finalmente, resume Del Hoyo, "se obtendrá, dentro del espacio de datos EOSC, un lugar donde los modelos de inteligencia artificial y los datos se compartirán para generar nuevos modelos de negocio a nivel europeo".

En su opinión, lo más innovador del proyecto es "cómo mezclamos la propiedad intelectual de los datos, de los algoritmos de IA, datos gubernamentales, públicos y privados, y los mecanismos de seguridad, en una plataforma europea".

El proyecto, que durará 36 meses, se propone desarrollar formas seguras y fiables de tratamiento y puesta en común de datos confidenciales, y probarlas en el ecosistema de la European Open Science Cloud (Nube Europea de Ciencia Abierta). La puesta en común de datos confidenciales seguirá el principio ‘FAIR’ y la directiva ‘ciencia abierta’ de la Unión Europea. Todo ello haciendo especial hincapié en la preservación de la privacidad y las soluciones tecnológicas de IA en consonancia con los límites éticos, normativos y jurídicos existentes en la Unión Europea.

La plataforma de ‘software’ de código abierto desarrollada se centrará principalmente en dos casos de uso: datos de las Administraciones públicas y asistencia sanitaria.

Al estar bajo el paraguas del ecosistema EOSC, Titan se beneficiará de una marca común, de redes de contactos y de los grupos de trabajo ya establecidos, así como de la estrecha colaboración con otros proyectos, algunos de los cuales han comenzado también a principios de este año.

Dieciséis socios, entre ellos el ITA y la Sociedad Aragonesa de Gestión Agroambiental (Sarga), integran el consorcio de Titan, coordinado desde la Universidad de Murcia, donde tuvo lugar en febrero la reunión de lanzamiento del proyecto. En el consorcio están presentes el mundo académico y de la investigación, la industria, las pymes y la Administración pública de varios países: Luxemburgo, Serbia, Suecia, Irlanda, Finlandia, República Checa, Alemania, Francia, Italia y España.

El  proyecto

  • Objetivo Enriquecer el marco de interoperabilidad de la European Open Science Cloud mediante el desarrollo de una plataforma de ‘software’ que permita la colaboración confidencial y el tratamiento de datos preservando la privacidad.
  • Financiación Programa Horizonte Europa de la Unión Europea.
  • Periodo de ejecución 36 meses, de enero de 2024 a diciembre de 2027.
  • Socios Dieciséis socios, entre ellos el ITA y la Sociedad Aragonesa de Gestión Agroambiental (Sarga), integran un consorcio coordinado desde la Universidad de Murcia. Están presentes el mundo académico y de la investigación, la industria, las pymes y la Administración pública.

Un marco común

  • Principio FAIR El principio FAIR (palabra que significa en inglés justo, imparcial, equitativo y que aquí es también acrónimo en inglés de ‘Findable, Accesible, Interoperable, Reusable’) se centra en hacer que los datos y resultados científicos cumplan con cuatro características: que sean fáciles de encontrar, accesibles, interoperables (por ejemplo, que permitan ser manejados por distintas herramientas) y que sean también reutilizables. "Se sigue el lema ‘tan abierto como sea posible, tan cerrado como sea necesario’", explica Teresa Gaspar.
  • Open Science La Ciencia Abierta (Open Science) es una directiva apoyada por la Unión Europea que aboga por una mayor accesibilidad, colaboración, eficiencia y transparencia de la investigación, para que sea más democrática y con mayor vinculación a las necesidades de la sociedad. Se persigue que los datos obtenidos mediante experimentación y las publicaciones científicas sean automáticamente de acceso público.

La IA se acerca a los cultivos aragoneses

La plataforma de ‘software’ de código abierto desarrollada en el marco de Titan se centrará principalmente en datos de las Administraciones públicas y asistencia sanitaria.

Junto a la Sociedad Aragonesa de Gestión Agroambiental (Sarga), el Instituto Tecnológico de Aragón lidera el caso de uso de datos de inteligencia artificial (IA) en el sector agrario. "Desde el ITA, esperamos además mejorar los modelos de IA actuales y, así, poder ofrecerlos a los agricultores aragoneses a través del Gobierno de Aragón", señala Rafael del Hoyo, responsable del proyecto Titan en el ITA.

Como socios de Titan, el ITA colabora estrechamente con SARGA en este proyecto europeo. El objetivo de ambas entidades es "transferir el conocimiento al Gobierno de Aragón, en especial al Centro de Sanidad y Control Vegetal, dependiente del Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación y dirigido por Emilio Betrán –especifica Francisco José Lacueva, técnico de IA, Sistemas Cognitivos y Big Data en el ITA– y poner disponible, de forma más útil, la investigación sobre inteligencia artificial aplicada a los cultivos en Aragón". Esta colaboración "está siendo un éxito entre entidades del Gobierno de Aragón, con objetivo de mejorar el territorio", valora. En este campo, "creemos que hay mucho que trabajar a nivel europeo y consideramos que la plataforma EOSC puede ser un medio que permita integrar información y conocimiento en agricultura y otras temáticas desde y hacia diversas regiones europeas". Entre otras cosas, la plataforma permitirá "probar nuestros modelos de IA en más países y también difundir los esfuerzos que se están haciendo en Aragón para utilizar los datos disponibles como mecanismo de prevención de plagas, de forma que se garantice la sostenibilidad económica y ambiental de las explotaciones agrarias.

Para Del Hoyo, "lo que hace más interesante el caso es que la utilización de plataformas que siguen la normativa que define EOSC permite utilizar información privada y pública, asegurando la soberanía y seguridad de los datos y ofreciendo la posibilidad de monetizarlos. Esto abre a los agricultores las posibilidades de nuevas fuentes de financiación".

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