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Tiempo primaveral en invierno en Aragón: las alergias llegan antes

La Estación Aerobiológica del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza recoge a diario los niveles de polen que se registran en la ciudad y han observado que la presencia de ciprés se adelantó por el clima más cálido.

Varios cipreses en Zaragoza, con la Basílica del Pilar al fondo, esta semana.
Vegetación a la orilla del Ebro, con la Basílica del Pilar al fondo, esta semana.
Guillermo Mestre

Aragón registra un invierno particularmente cálido, con temperaturas elevadas para esta época del año, con máximas que este domingo llegaron a superar los 16 grados en Híjar o Calanda y los 15 en La Almunia o Alcañiz. Unos valores que contribuyen a que se adelante la etapa de polinización de árboles y plantas y se traduce en que las alergias lleguen también antes.

Entre ellas, la polinización del ciprés es la que está provocando ahora las alergias ambientales. La época del polen de esta especie suele ser entre finales de enero y durante el mes de febrero. El invierno es el momento de su floración. Este año, a diferencia de enero de 2023, cuando se registraron temperaturas más bajas, se ha observado mayor presencia del polen del ciprés tres semanas antes y en los últimos días han alcanzado niveles altos y moderados.

En Zaragoza se pueden consultar los datos de niveles de polen recogidos en la Estación Aerobiológica del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, en colaboración con el Ayuntamiento, que estudia a diario el polen atmosférico (en la web del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza y en la del Ayuntamiento de Zaragoza). La responsable de la estación es la farmacéutica Alicia de Toro. Tal y como explica, el ciprés es el primero que aparece, y también el fresno (que esta semana ha estado en un nivel moderado); en marzo y abril está más presente la floración del plátano de sombra; y en mayo, la gramínea, el olivo…; y en verano, la salsola.

Este servicio registró una elevada presencia de ciprés el pasado 7 de febrero, cuando se alcanzaron los 570 granos por metro cúbico de aire. Un nivel alto que, sin embargo, aún tiene que ir en aumento: “Todo dependerá de las condiciones climatológicas que vayamos teniendo. Si se mantiene este tiempo más suave y cálido favorecerá que siga habiendo más polen de ciprés”. Sin embargo, si llueve la cantidad disminuye.

¿Cómo funciona la Estación Aerobiológica?

La farmacéutica Alicia de Toro explica que se dispone de un captador en un edificio del centro de Zaragoza donde entra el volumen de aire “similar al que podría respirar el pulmón humano”. Todas las partículas quedan adheridas en esta cinta, que después en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza se analizan. Se preparan las muestras y se utiliza una coloración que identifique el grano de polen. Después, se observa al microscopio identificando los distintos tipos de polen. “Una vez que ya tenemos todos los datos y el número total de partículas, se hace un cálculo matemático y ya con eso se informa si hay nivel bajo, moderado o alto”.

Esta información, aunque se recoge todos los días, se traslada cada semana. Durante el periodo más primaveral, desde el 15 de marzo hasta el 15 de junio, se ofrece la información de manera diaria. “Es el periodo que más tipos polínicos hay presentes en el aire”, y coincide con la primavera.

La doctora Elisabet Vera y las enfermeras Gloria V. Palacios y Liliana Filian Abarca, en la unidad de asma del Servet.
La doctora Elisabet Vera y las enfermeras Gloria V. Palacios y Liliana Filian Abarca, en la unidad de asma del Servet.
Hospital Miguel Servet

Asma alérgico

La doctora Elisabet Vera, neumóloga de la Unidad de Asma del Hospital Universitario Miguel Servet, explica que hay un porcentaje de esta enfermedad provocado por las alergias, que se estima en un 35% de los casos, ahora, sobre todo, por el ciprés, algo habitual en esta época del año.

El asma en España afecta en torno al 5% de los adultos y el 10% de los niños, siendo una enfermedad bastante común. En la población infantil, adelanta la doctora Vera, “sí suele ser más habitual que el desencadenante sea una alergia”, tanto al ciprés como a múltiples alérgenos, como olivos, plataneros y gramíneas, sobre todo a partir de mayo o junio, cuando aparece la polinización.

El asma leve y moderado, reconoce, “a veces es difícil de diagnosticar, tiene unos síntomas inespecíficos”. Por ello, Aragón trabaja en un proyecto, que reúne a neumólogos, alergólogos y médicos de atención primaria, para detectar a pacientes asmáticos “de forma certera y precoz para que en un futuro no tengan ningún problema de desarrollo de función pulmonar. Es un reto tener a nuestros pacientes bien diagnosticados y pronto”. La unidad de asma del Servet atiende a unos 800 pacientes al año.

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