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El reto antártico de un zaragocista, "y a mucha honra"

El comandante David Liarte lleva mes y medio a 12.750 kilómetros de la capital aragonesa, en la Base Antártica Española Gabriel de Castilla. Allí convive y trabaja con 22 científicos y 12 militares hasta marzo.

El comandante aragonés David Liarte, en la campaña XXVII en la isla Decepción en la Antártida.
El comandante aragonés David Liarte, posa delante de unos pingüinos en una jornada durante la campaña XXVII en la Isla Decepción en la Antártida.
Ministerio de Defensa

Zaragoza, 12.750 kilómetros. La Base Antártica Española Gabriel de Castilla es la misión militar más lejana del mundo respecto a la capital aragonesa. En ese lugar, inhóspito y valioso situado por debajo del vértice sur de Argentina, están desplegados desde hace mes y medio 13 militares y 22 científicos españoles, y todavía les queda estancia por delante, hasta cumplir los cien días en la Isla Decepción.

"La Antártida es el continente más frío de todos", proclama el comandante David Liarte, nacido en Zaragoza y perteneciente al grupo de Intendencia, en una videollamada con HERALDO. "Es donde hay más hielo, más agua dulce y, sobre todo, más viento". Aunque están en pleno verano austral, en la base española, ubicada en el archipiélago Shetland del Sur frente a la península Antártica, viven a "entre cero y cinco grados bajo cero" pero con una sensación térmica mucho peor por el efecto del viento.

Señal de distancia desde la Isla Decepción hasta Zaragoza.
Señal de distancia desde la Isla Decepción hasta Zaragoza.
Ministerio de Defensa

También es "donde menos llueve", menos incluso que en lugares tan áridos como el desierto de Atacama, en Chile, o el del Sáhara. "Hemos tenido muy pocos días de lluvia", reconoce Liarte.

"La Antártida era un reto para mí, sobre todo logístico", admite el oficial de Intendencia sobre su tercera misión, después de haber pasado por Bosnia y Líbano. "Tuvimos que prever todas las necesidades para el buen funcionamiento de esta campaña. Hubo que tener muy claras las capacidades y volúmenes de todo el contingente para su transporte hasta Cartagena, desde donde se cargó el buque Hespérides"

De esta manera pudieron llevar hasta la Isla Decepción los alimentos, el material y las herramientas. "Ha ido todo bien en este mes y medio que llevamos. Tenemos todo lo que de momento necesitamos, gasolina, gasoil... de todo", precisa.

Asimismo, agrega que les ha ido muy bien "el sistema de satélite" utilizado para las comunicaciones y hablar con la familia y con las videoconferencias que hacen todos los días con los colegios de España o con la misma entrevista. Ha sido muy importante porque les genera "tranquilidad" desde la distante Antártida.

El comandante y responsable de la logística en la base antártica, David Liarte, habla sobre los proyectos en los que trabaja el Ejército español.

Los retos del día a día

Sobrevivir allí no está libre de retos en el día a día. Por ejemplo, el comandante explica que incluso aprovechan "el agua para el consumo", porque han adquirido una máquina de ósmosis inversa y recogen el agua del lago Zapatilla, situado detrás de la base, a través de una tubería calefactora para poder beberla.

Tienen otros proyectos medioambientales, como sustituir la antigua incineradora o hacer pruebas de combustibles ecológicos para las instalaciones, además de instalar más paneles solares y baterías fotovoltaicas. "El último proyecto sería sustituir los vehículos antiguos que se han quedado obsoletos, y en un reto logístico traerlos nuevos", añade.

Parte de su trabajo también pasa por apoyar a los científicos que acuden a la Antártida con sus proyectos: necesitan su ayuda diaria y ellos ejecutan los planes. A las ocho de la tarde se reúnen todos para preparar el apoyo logístico a sus salidas para que puedan realizar sus investigaciones, aunque alguna jornada no han podido salir al exterior de la base por las condiciones climatológicas.

El comandante David Liarte, en la base Gabriel de Castilla, en la Antártida.
El comandante David Liarte, en la base Gabriel de Castilla, en la Antártida.
Ministerio de Defensa

"Aprendemos mucho con sus conferencias", señala el comandante, que explica que los científicos abordan estudios sobre los pingüinos, de vigilancia volcánica o en torno a una serie histórica de geodesia, geotermia y oceanografía.

"Un proyecto estudia el efecto de la radiación solar en la biomasa y en las algas. Otro, el carbono orgánico antropogénico en océanos; un tercero hace generaciones de energía eléctrica por la variación de la temperatura y monitorización de suelos congelados... Hay una gran diversidad de temas, y aprendemos unos de otros", asegura Liarte.

A la hora de ponerle nota a esta misión, el comandante la valora de momento con un 9. "Los científicos están muy contentos con nosotros y nosotros con su forma de proceder. Son personas muy educadas y muy atentas, que realizan su trabajo lo mejor que pueden. Hay buena convivencia", resume.

Cintas de la Virgen y pingüinos

Liarte se califica como "español, aragonés y zaragocista, a mucha honra", algo que lleva "muy a gala". "Mi madre se llama Pilar y me he traído aquí cintas de la Virgen, que siempre tengo presente. Además, me he traído un pingüino pequeñito de mi hijo y una camiseta del Real Zaragoza". Incluso se puso la elástica para jugar un partido de fútbol el día de san Juan Bosco, patrón de los especialistas del Ejército del Tierra.

La misión les ha obligado a pasar la Navidad fuera de casa, ya que el 22 de diciembre salieron de Zaragoza rumbo a Buenos Aires. "El 24 estábamos en Ushuaia, la ciudad más austral de Argentina, desde donde salió el buque Hespérides de la Armada", señala. Pasaron la Nochebuena con la "familia militar, doce compañeros y yo", aunque echaron de menos a las suyas propias.

En Nochevieja abrieron la base, que queda abandonada nueve meses al año (desde finales de marzo hasta el 31 de diciembre). El oficial destaca que «los sistemas de comunicación fueron muy bien» e incluso esa jornada inicial ya pudieron hablar con sus familias.

El comandante David Liarte, vestido con la camiseta del Real Zaragoza, durate un partido de fútbol en la Antártida.
El comandante David Liarte, vestido con la camiseta del Real Zaragoza, durate un partido de fútbol en la Antártida.
Ministerio de Defensa

Para el regreso a España tienen ya previstos todos los contenedores que se trasladarán en el barco Hespérides, que luego deben pasar por las aduanas. Dejarán la base "lo mejor posible" para que, en la próxima campaña, sus nuevos habitantes se la encuentren en buenas condiciones en la Navidad de 2024.

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