Un ahorro del 40% en la preparación de pedidos y en el espacio para almacenar hasta 44.000 referencias de producto (desde poleas de cigüeñal a embragues o discos de freno) es lo que permitirá al proveedor de automoción Bilstein el almacén inteligente o ‘Autostore’ instalado en sus instalaciones de Plaza y en funcionamiento desde hace dos meses que servirá de prueba piloto para los otros centros de trabajo que esta compañía familiar alemana, que cumple 180 años, tiene distribuidos por todo el mundo.

Provisto de 18 robots que mueven automáticamente 22.000 cubetas con producto introducido desde dos puertos de entrada y que sacan clasificado por cuatro puertos, este almacén inteligente permite concentrar en tan solo 520 metros cuadrados material que antes ocupaba mucho más espacio en estanterías. Tras una inversión inicial de tres millones, la intención es ir sumando almacenes de este tipo, que se asemejan por la forma al típico cubo de rubik pero en tamaño gigante, al resto del espacio logístico e ir sustituyendo las estanterías de almacenaje por este eficiente sistema automatizado «en el que la pieza va al operario sin necesidad de que este tenga que andar por la nave para buscarla. De momento, «es un almacén híbrido» ya que las cubetas no permiten meter piezas o componentes de más de 30 kilos, pero el objetivo es que el 82% de los productos los gestione este ‘Autostore’», manifestó el director de Bilstein Group en España, Juan Lanaja, que confía duplicar la facturación en unos años sin que el coste de personal se dispare en la misma proporción gracias a este almacén robotizado.

Antes de elegir el ‘Autostore’, explicó barajaron otras opciones como el almacén vertical, los ‘miniloads’, ya contrastados y que funcionan con éxito en la central de Alemania de Bilstein, pero optaron por este sistema al ser el que más se ajustaba a un modelo de negocio, según Lanaja, por la cantidad de unidades que venden al año a miles de clientes de toda España y la necesidad de servir los pedidos cada vez con mayor celeridad por las roturas en las cadenas de suministro que se vienen produciendo en los últimos años. «Construir un nuevo edificio habría supuesto una inversión mucho mayor», reconoce, al estar ya quedándose cortos de espacio para almacenar todo el stock de productos que fabrica Bilstein Group y que distribuye a recambistas de coches y vehículo industrial.

«Queremos ser el proveedor estratégico de nuestros clientes y ahorrarles costes». Con una facturación de 31 millones en 2023, un 15,5% más que el año anterior, Lanaja espera seguir creciendo a dos dígitos. «Empecé en 2005 distribuyendo producto distribuyendo producto yo solo desde mi despacho en mi casa. En 2007 ya hubo que invertir en la primera nave en Malpica y en 2018 se inauguró la de Plaza de 27.000 m2 de los que ocupan 12.000», recuerda orgulloso de haber llegado hasta aquí de la mano de 80 personas en plantilla.