perspectivas 2024

Javier Abadía: “No debemos distinguir entre delitos físicos y virtuales, porque todos son al final delitos reales”

Jefe provincial de Zaragoza de la Policía Nacional. Licenciado en Ciencias Químicas y Máster en Dirección Estratégica de la Seguridad Pública, ingresó en la Policía Nacional en 1990. Antes de dirigir la Brigada de Información entre 2017 y 2023, estuvo al frente del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES). También fue GEO (Grupo Especial de Operaciones).

Javier Abadía, comisario provincial de Zaragoza, en la Jefatura Superior de Policía de Aragón.
Javier Abadía, comisario provincial de Zaragoza, en la Jefatura Superior de Policía de Aragón.
José Miguel Marco

El Cuerpo Nacional de Policía cumple 200 años en 2024. Dos siglos de evolución continua.

Yo creo que lo más importante es que seguimos siendo importantes para la sociedad. A lo largo de estos años, hemos evolucionado de un modelo reactivo o coercitivo de Policía a otro más proactivo, en el que intentamos adelantarnos a los problemas para evitar que se produzca el delito. Y para eso vamos a los colegios, trabajamos intensamente con muchos colectivos dando consejos y advertencias, estamos en las redes sociales...

Digamos que la Policía tiene ahora una cara más amable.

Se trata de empatizar con los ciudadanos para que ellos lo hagan con nosotros. No hay que olvidar que hoy cerca de un 50% de nuestras intervenciones son de tipo humanitario. La gente ya no nos llama solo cuando le están robando o agrediendo, también nos llama porque ha sufrido una caída o tiene cualquier pequeño problema.

¿En qué se diferencian los policías de antes a los que salen ahora de la academia de Ávila?

A los funcionarios de la escala básica se les exige ahora el bachillerato, pero más del 50% son universitarios. Y en la ejecutiva muchos de los titulados llegan doctorados o con algún máster. Todo ese talento se transmite a la Policía, por eso es una mejor Policía. No somos mas que el reflejo de la sociedad.

Una sociedad que acaba el año bastante crispada y polarizada. ¿Le preocupa?

Evidentemente. Yo creo que esa crispación es uno de los efectos colaterales de la pandemia. Porque esa tensión no se vive solo en España, sino en todo el mundo. Se han incrementado las agresiones, tanto verbales como físicas. Y no solo a los policías, también a los sanitarios, al personal educativo, a los camareros... A la gente que presta un servicio ya no se le pide, se le exige. Pero este es un problema que deberíamos abordar como sociedad, no tan solo desde el punto de vista policial.

La ciberdelincuencia avanza tan rápido como las nuevas tecnologías. ¿La Policía está preparada para combatir este nuevo frente?

Yo creo que nuestra principal preocupación siguen siendo todos aquellos delitos que atentan contra la integridad humana: agresiones físicas, sexuales... Lo cual no quiere decir que nos preocupen menos otras formas de delincuencia. Personalmente, creo que no debemos distinguir entre delitos físicos o virtuales, porque todos son al final delitos reales. Aunque es cierto que estos últimos están en franca expansión y el anonimato genera cierta sensación de impunidad al delincuente.

¿Cuentan con las armas necesarias para librar esta batalla contra hackers, estafadores virtuales o ciberacosadores?

Contamos con nuevas generaciones de policías que han nacido ya en este mundo tecnológico. Y obviamente se invierte en medios y formación. Tenemos además el apoyo de la sociedad civil, tanto de empresas especializadas como del Instituto Nacional de Ciberseguridad o el Centro Criptológico Nacional. Todos estamos en el mismo barco, porque el que delinque ya no tiene porque estar cerca, puede hacerlo desde cualquier parte del mundo. Y eso implica una actuación permanente y coordinada.

Por si fuera poco, ahora entra también en juego la Inteligencia Artificial (IA) aplicada al mundo del delito. Con casos como el de las niñas de Toledo a las que varios compañeros ‘desnudaron’ y acosaron virtualmente.

No se trata de correr más, sino de correr bien. Y si no aprendemos a andar con la Inteligencia Artificial, nos podemos tropezar. No vamos a saber nunca cuándo un vídeo es real o está manipulado si no introducimos unos códigos de verificación estándar que sean válidos para todos. Creo muy necesario que las nuevas tecnologías incorporen ya esa propia verificación, si no estaremos perdidos. Por otro lado, con la inteligencia artificial debemos de establecer un marco ético.

¿Veremos comenzar las obras de la nueva Jefatura Superior en 2024?

Supongo que sí. Me consta que están trabajando en Madrid para ello y de verdad que para nosotros sería un motivo de orgullo. Porque realmente es un equipamiento necesario.

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