La empresa DH2 Energy avanza el proyecto Hysencia que se extiende en 105 hectáreas en Plasencia del Monte (Huesca), donde se ubica una plataforma fotovoltaica de 49 megavatios y un electrolizador de 35 megas, que se encarga de convertir el agua en hidrógeno y oxígeno. Su proyecto pretende fabricar al año 1.700 toneladas de hidrógeno verde para los que necesitan unos 28.000 metros cúbicos de agua, que ya tienen concedidos de la Confederación Hidrográfica del Ebro para sacarlos en la misma finca.

“Tenemos el impacto ambiental para la fotovoltaica y solo nos falta la aprobación de la Autotización Ambiental Integral (AAI). Esta planta depende del Inaga (Instituto Aragonés de Gestión Ambiental),  que debe conceder la autorización, como último trámite para poder iniciar las obras”, señala Philippe Espósito, presidente de la empresa DH2 (antes Dhamma Energy). “Estamos solicitando presupuestos para varias constructoras y la idea es que si las autorización va hacia adelante las obras podrían empezar entre mayo y junio del año que viene”.

Estas fechas pueden coincidir con la puesta en marcha del ferrocarril Huesca-Canfranc tras concluir las obras de Adif (Administración de Instalación del Ferrocarril), presupuestadas con 144,2 millones, con la mejora de la infraestructura y renovar la vía, así como instalar los enclavamientos electrónicos, bloqueos automáticos y la tecnología GSM-R.

“Estamos muy interesados en vender el hidrógeno verde para el tren de Pau a Zaragoza, que va a consumir poco, al principio como unas 100 toneladas, y lo demás que se fabrique (las demás 1.600 toneladas) sería para otras empresas. Hay clientes como el Grupo Carreras (de movilidad y transporte) y Zoilo Ríos, el grupo de gasolineras que podría dar unos puestos para facilitarlo, así como otros interesados (que prefiere no mencionar todavía)”, explica el presidente de DH2, nacido en la ciudad francesa de Pau e hijo de zaragozana.

Espósito ha sido este martes ponente de una conferencia sobre ‘Presente y futuro del hidrógeno en Aragón’ en la sede de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Zaragoza, pero antes destacó a HERALDO que hay “una serie de grupos industriales” con los que DH2 Energy está negociando para “consumir hidrógeno verde y sustituir en parte el gas natural” en una zona alrededor de 150 kilómetros de la fábrica de Plasencia del Monte, entre Navarra y Aragón.

“Si queremos reducir las emisiones de CO2, hay que modificar el consumo del gas natural por el hidrógeno como el gran objetivo”, insiste. 

Renfe

Una locomotora con una pila de combustible

Al detallar cómo se usará el hidrógeno con el ferrocarril, el presidente de DH2 apunta que sería “con una locomotora especial que funciona con una pila de combustible” y no serviría aplicarle un tren diésel o eléctrico. De hecho, menciona que la empresa CAF ya estrenó su proyecto del primer tren de hidrógeno en junio pasado, con quienes podrían colaborar. “Ya estamos en conversaciones”, apunta.

Espósito defiende que pasar del “ferrocarril diésel contaminante actual al de hidrógeno” serviría “para ahorrar el coste del tren eléctrico, que es muy elevado” y lo importante es “usarlo en líneas que hoy no están electrificadas”. Por eso, entiende que se usarán “en zonas medio abandonadas” porque tiene claro que “no tendría sentido” situarlos en las líneas del AVE que son eléctricas.

Esta empresa tiene proyectos similares en México, Portugal, Uruguay o Marruecos, pero Philippe Espósito tiene claro que “el de Aragón sería el primero entre España y Francia, y sería muy importante su puesta en marcha”. “Puede ser en un plazo muy corto y nos hace mucha ilusión”, destaca, si bien reconoce que las subidas del lado francés, entre Bedous y Canfranc, podrían tener algún problema para trenes de mercancías, más que para los de viajeros.

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Oros proyectos mayores en Belchite y Tauste 

Además del adelantado proyecto de Plasencia del Monte, localidad situada entre Huesca y Ayerbe, que está presupuestado entre 70 y 75 millones de euros, el presidente de DH2 adelanta que “Aragón está situado en una zona estratégica del hidrógeno a nivel geográfico porque se sitúa en el corredor del Ebro, desde el País Vasco hasta Cataluña, y con la capacidad de exportar a Francia con el H2Med, el proyecto que une Barcelona y Marsella con tubos que serán 'hidrogenoductos”.

De hecho, el interés de esta empresa ha llegado a otros dos proyectos en Belchite y Tauste, que están más verdes que el de Plasencia del Monte y podrían florecer entre 2026 y 2027, aunque los terrenos de unas 700 hectáreas cada uno ya están reservados. Ahora están negociando el agua y, asume que “todo dependerá de la resolución de Inaga”.

Philippe Espósito explica que serían más grandes para llegar a fabricar alrededor de 20.000 toneladas de hidrógeno en cada uno de estos lugares y precisa que la inversión “se multiplicaría por diez en cada uno de ellos”, con 700 millones de euros.