transporte público

La reordenación y mejora de todas las líneas de bus de Aragón se retrasa hasta 2024

La complejidad administrativa y la entrega de la nueva flota alarga 6 meses la puesta en marcha. La judicialización prosigue y afecta a 2 de las 19 concesiones en las que se ha dividido el servicio.

Estación Central de Autobuses de Zaragoza.
Estación Central de Autobuses de Zaragoza.
Oliver Duch

La reordenación y mejora de todas las líneas autonómicas de autobús se retrasará hasta principios del año que viene, por lo que se aparca la ampliación del servicio a todos los núcleos de más de diez habitantes. La pretensión del cuatripartito era implantar las mejoras a partir de este verano, pero la complejidad administrativa de las propias concesiones, junto a la imposibilidad de las empresas de disponer de los nuevos autobuses, demorará una vez más la mejora del transporte público por carretera en Aragón.

El servicio de transporte llegará en medio año a 1.235 núcleos repartidos por todo Aragón, todos los que tienen más de 10 habitantes, lo que beneficiará a más de 20.000 vecinos que ahora carecen de cobertura para viajar en el día a su centro de salud y a los hospitales. Del mismo modo, otros 365.000 aragoneses verán mejoradas las frecuencias y los horarios vigentes, además de ahorrarse un 10% en el precio medio del billete.

La mejora será igualmente importante para los vecinos del entorno de Zaragoza, dado que los municipios de la primera corona metropolitana tendrán frecuencias de 30 minutos en las horas puntas y de una hora en las valle. Esto beneficiará a los que viven en La Puebla de Alfindén, Alfajarín, Cuarte, Cadrete, María y Villanueva de Gállego.

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Para hacerlo realidad, las arcas públicas deberán aportar 20,3 de los 35,7 millones anuales que costará el nuevo servicio. La mayor parte del desembolso público correrá a carga de la DGA, 11,4 millones, y el resto de instituciones que conforman el Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza (CTAZ), 4,8.

La resolución de las 19 concesiones en las que se ha dividido el servicio regional y metropolitano no ha estado exento de polémica y no ha terminado a estas alturas su periplo judicial. Aunque el Gobierno de Aragón logró salvar el macroconcurso la pasada primavera, cuando una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) lo dejó en el aire tras anular parcialmente los 19 proyectos en los que se basó la licitación millonaria, una empresa subcontratista ha recurrido uno de los lotes que afecta al Maestrazgo.

La compañía Altaba pretende que se aplique la sentencia, lo que supondría cambiar los pliegos y repetir el concurso de su zona, aunque esto no impediría seguir adelante con el resto.

También ha recurrido a la vía de lo contencioso-administrativo la gallega Monbús tras haber sido excluida en uno de los cuatro lotes del entorno metropolitano de Zaragoza, los más jugosos de todo el concurso. Eso sí, sus pretensiones ya fueron desestimadas con antelación por el Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Aragón (Tacpa).

Un servicio de 392 millones

Ambas maniobras legales no han impedido a la Dirección General de Transportes seguir adelante con el nuevo mapa concesional, cuyo valor estimado asciende a 392 millones durante los 10 años que se alargará el servicio que le tocará poner en marcha al nuevo Gobierno PP-Vox.

Aunque el exconsejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, anunció que los primeros autobuses circularían este verano, la realidad es que las empresas tienen de plazo hasta el otoño para poner en marcha el nuevo mapa concesional.

El primero hito se acaba de cumplir y es el que fijaba para el 20 de agosto el periodo máximo para tramitar la prolija documentación necesaria, dado que la adjudicación definitiva de los contratos autonómicos no será una realidad hasta el próximo mes de octubre.

En el caso de los cuatro dependientes del Consorcio de Transportes de Zaragoza hay un pequeño decalaje, pero con el mes fijado por normativa para poder recurrir no se podrán firmar los contratos hasta principios de noviembre. Es decir, en el mejor de los casos, los autobuses eléctricos y de biometano que cubrirán el servicio en el entorno de Zaragoza no podrían circular hasta mediados de ese mes.

Las distintas empresas adjudicatarias consultadas indican que es materialmente imposible llegar, dado que todas han encargado la flota a estrenar a los carroceros y no hay capacidad técnica de disponer en plazo de los nuevos autobuses.

Una de las cuestiones más peliagudas, a juicio de la Asociación Empresarial de Transportes Interurbanos de Viajeros de Autobús de Aragón (Aetiva), es la subrogación de personal porque hay concesiones vigentes cuyos servicios corresponden a dos zonas del macroconcurso. «Yhabrá que aclarar cómo se asigna al personal de oficinas», indicaron.

En la Consejería de Educación, que gestiona las rutas escolares de bus, se asumió la demora acumulada por la propia maquinaria administrativa y trasladó a las empresas que el nuevo curso empezaría con los servicios de toda la vida "a la espera de reorganizar todo en enero", una vez se resolviera definitivamente el macroconcurso de Vertebración del Territorio. En caso de que las concesionarias no lleven las rutas escolares de su zona, éstas se mantendrán con el responsable actual hasta que culmine el contrato en vigor.

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