El suministro de agua potable para consumo de boca es durante el verano un auténtico quebradero de cabeza en muchos municipios. En un año como este, donde la primavera ha sido definida por la Agencia Estatal de Meteorología como "la más cálida y la segunda más seca de la serie histórica" y el otoño de 2022 como el tercero con menos lluvias en lo que va de siglo, el problema sigue ocurriendo. Durante lo que va de mes, los bomberos de la Diputación de Zaragoza han tenido que acudir a 11 localidades para abastecer sus depósitos, aunque son 45 menos que en el mismo periodo del año pasado.

En Ariza, con 1.000 empadronados pero que multiplica su población en periodo estival, el Ayuntamiento ha tenido que poner en marcha cortes intermitentes de agua durante varias madrugadas para recuperar el nivel de sus depósitos. "A mediados de julio, una granja tuvo un problema y tuvo que usar más agua de la habitual, haciendo que los depósitos se quedasen vacíos. Solo anticipó lo que hubiera pasado más tarde, ya que hasta el puente de agosto, la población es muy superior a la habitual y el consumo crece", explica el alcalde, José Carlos Tirado.

Sin tener que recurrir a los camiones de la DPZ, los responsables municipales de la villa han conseguido que los dos tanques, que suman un total de 900.000 litros, se hayan recuperado. "Los cortes han sido desde las once de la noche a las siete de la mañana, por lo que mucha gente ni se ha enterado y las afecciones han sido mínimas", reconocía Tirado, que recuerda que no es el primer año que ocurre. En este sentido, remarca que también han tenido que hacer hincapié en la concienciación.

"No queríamos que la gente hiciera acopio, porque se gasta todavía más. Y hemos pedido que se reutilizase el agua. Algunos vecinos han hecho un esfuerzo que es de aplaudir", asumía el primer edil. Sin embargo, Tirado ya mira con recelo al año que se avecina porque "la situación actual es reflejo de cómo han sido los años anteriores y 2021 y 2022 han sido muy secos en esta zona, que tampoco es muy dada a las lluvias", puntualizaba. Así, desde el Consistorio ya están estudiando alternativas para tener más puntos de suministro, con nuevas prospecciones o reutilizando captaciones ahora inservibles.

En el caso de Acered, en el Campo de Daroca, la falta de agua es una situación recurrente en los meses de mayor calor y para ello invirtieron en un nuevo depósito y en la colocación de un sistema de osmosis. "El agua ha salido muy sucia y los filtros se han obstruido y eso hace que no funcione. Hemos tenido que llamar a los bomberos para que vinieran el martes y el miércoles", indicaba el alcalde, Conrado Sicilia. Por el momento, todavía están a la espera de resolver el fallo.

Desde Cabolafuente, en la Comunidad de Calatayud, donde los bomberos tuvieron que acudir un día para asegurar el suministro, Ángel Soler, su regidor, contextualiza la situación: "Este año nos adelantamos y estábamos prevenidos, pero una avería en el cable de la bomba la dejó inutilizada y los bomberos tuvieron que traer dos viajes".

"Nos dimos cuenta de madrugada y a las ocho de la mañana hay estaba el camión, por lo que mucha gente no tuvo problemas", indica. Sin embargo también asume que no es la primera vez y apunta a que la causa es que "el sistema está preparado para unas 150 personas y en verano somos más de 300 y con un consumo más alto".