"Lo mejor es coger el sol de espaldas e ir bien hidratado"

El lunes fue uno de los días más calurosos de julio, un adelanto de las altas temperaturas que se esperan para hoy. Con 37 grados de máxima, pocos se atrevían a salir a la calle.

Ola de calor en Zaragoza.
Ola de calor en Zaragoza.
Tony Galán

A las 16.30, el termómetro marcaba 37 ⁰C en la plaza del Pilar. Los reflejos del sol en el suelo dañaban la vista y, a lo lejos, el horizonte se volvía difuso. Era la peor hora para estar por la calle en un día de extremo calor. Las terrazas estaban vacías. Los clientes preferían entrar en los locales, buscando el respiro del aire acondicionado. Los escasos viandantes iban pertrechados de sombrillas y abanicos, a modo de armadura contra la sofocante temperatura. Las zonas de sombra eran un oasis.

Alberto, sin embargo, caminaba por el centro de la plaza desierta. Con escoba y carro de la basura en mano, se tomaba su trabajo con resignación y una pizca de orgullo: "Hay que mantener la ciudad limpia". Aunque admitió que era "un poco complicado por las altas temperaturas", no se escondía de las condiciones climáticas. Su turno de 6 horas y 40 minutos todavía estaba lejos de terminar. Él también buscaba la mejor forma de combatir el calor. "Lo mejor es coger el sol de espaldas e ir bien hidratado", afirmó.

Nacho, un turista palentino, también elegía beber "mucha agua fresquita" como protección. En sus brazos cargaba dos botellas de un litro y una lata de refresco de acababa de comprar. Visitaba Zaragoza con su familia aprovechando que la ciudad les "pillaba de paso". No tenía miedo de lo que se avecinaba al día siguiente. "Mañana me voy a Salou", explicó.

Otras que vivían el día "con mucho calor" eran Vanesa y Pili, que venían de Bujaraloz para pasar una tarde de compras y hacían tiempo en la basílica, con sus muros como refugio contra las altas temperaturas. Pese a no tenerle cariño, recibían la llegada de este calor como una señal de normalidad en el mes de julio. "Ha venido tarde", aseguraron.

El martes las temperaturas tampoco darán tregua. Algunas poblaciones como Alagón, Híjar, Pinseque y Utebo pueden alcanzar los 46 grados. En Zaragoza, la previsión es de 44 grados. No obstante, si el viento zagüeño, un aire muy cálido del oeste, entra durante las horas centrales del día, se produciría un subidón térmico que superaría los 45,5 grados. Se batiría así el récord que se marcó en el aeropuerto de la ciudad el 7 de julio de 2015, el mayor valor registrado en un mes de julio desde 1951.

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