meteorología
Empieza el verano: Aemet prevé en Aragón una estación especialmente tormentosa y calurosa
La primavera ha sido la más cálida y seca desde 1961, aunque en el mes de mayo, especialmente en la segunda quincena, se ha normalizado la situación.
Este verano, que ha comenzado este miércoles a las 16.58, será más cálido y con más precipitaciones de lo que es habitual para estas fechas, por lo que, según ha apuntado Rafael Requena, delegado de Aragón de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se prevé que los episodios tormentosos como el que termina este miércoles "se produzcan con más frecuencia". Durante el balance previo al inicio del verano, ha recordado que termina la primavera más cálida y seca desde 1961 en la comunidad aragonesa.
Solo mayo, especialmente en las dos últimas semanas, ha registrado unos datos similares a los que suelen ser habituales en esta época del año. "La primavera ha sido extraordinariamente cálida y seca", ha recalcado. Las temperaturas han estado 1,7 grados por encima de la serie de 1991-2020, alcanzando los 2,3 en zonas como Híjar. Por su parte, apenas se han producido un 36% de las precipitaciones habituales, mientras que a nivel peninsular se alcanzaba el 53%.
Es resultado, ha detallado, de lo vivido en marzo y abril. En el primero "prácticamente no llovió" y la temperatura registró una anomalía positiva de 2,2 grados. En el segundo, las precipitaciones siguieron un ritmo similar y el alza de los termómetros se situó en 2,7 grados de media, con incrementos de hasta 3,1 grados en Teruel capital.
Por su parte, mayo recuperó la "normalidad" en cuanto a las temperaturas, apenas 0,2 grados por encima de lo habitual, pero siguió siendo seco, quedándose al 68%. "Aunque se registraron más precipitaciones, especialmente en la segunda quincena y en zonas como La Ribargoza o Teruel, no fueron suficientes ni siquiera para compensar ese mes, que fue muy seco", ha puntualizado Requena.
El cambio real se ha producido durante la primera quincena de junio y especialmente en la provincia de Teruel, que ha triplicado solo en dos semanas las precipitaciones habituales para todo el mes. "En la primera semana llovieron 75 litros, en la segunda el acumulado alcanzó los 138, cuando no normal es que en todo el mes sean 46", ha ejemplificado. A tenor de este inicio del verano, ha adelantado que junio será un mes "extremadamente húmedo" en esta zona de la Comunidad.
También el tiempo de Huesca y Zaragoza se ha caracterizado por las tormentas. En la provincia oscense el 15 de junio ya había llovido "prácticamente lo mismo" que en todo el mes de la serie de los últimos 30 años. "Con las precipitaciones de estos últimos días ya se ha superado", ha remarcado. Lo mismo ocurre en Zaragoza.
Y la previsión es que las tormentas se irán repitiendo durante el resto del verano. Este miércoles, ha recordado Requena, se termina un episodio tormentoso, pero es probable que durante el resto del verano se produzcan "con más frecuencia de la habitual". También se prevé un verano más cálido, entre los cinco con las temperaturas más elevadas en el país, pero el delegado de la Aemet ha considerado "difícil" superar el calor del año pasado.
Respecto a la jornada de este miércoles, ha especificado, que pueden registrarse tormentas "localmente fuertes", teniendo en cuenta que ya ha granizado en Teruel y eso que las estos episodios suelen ser "más habituales en las tardes". A partir de este jueves, terminan al menos por una semana las tormentas y se producirán temperaturas propias del verano. "En Aragón no alcanzaremos los 40 grados, pero sí que estaremos entre 30 y 35", ha adelantado.
Situación de la sequía
Requena también ha abordado la cuestión de la sequía y ha reconocido que la situación actual comienza a "asustar", puesto que se acerca a las cifras de otros periodos complicados como el 1995. "Empieza a ser preocupante como a tres años vista, la mitad norte de Aragón está en sequía, mientras que Teruel, no", ha apuntado.
En este sentido, ha recalcado que donde se ha producido el cambio "más brusco" ha sido en la zona del Valle del Ebro. Hasta hace un par de años, los índices estaban por encima de lo habitual, pero han "caído de golpe", "acercándonos a la sequía de 1995". No obstante, ha incidido en que todavía es pronto para saber si será algo puntual o se prolongará durante "tres o cuatro años" como ocurrió entonces, y también en el año 2000.
